Juan Carlos Barreto, presidente de Cáritas Colombia, explicó que tienen previstas diversas actividades basadas en el diálogo y la cultura del encuentro
Lanzamiento Semana por la paz 2025
La Iglesia colombiana tiene todo listo para la edición 38 de la Semana por la paz, a celebrarse del 6 al 13 de septiembre.
Esta iniciativa, bajo el lema “Arropamos la vida con dignidad y esperanza”, busca este año centrar su mensaje en el Evangelio.
Así ha explicado Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de Cáritas Colombia, quien detalló que se tienen previstas diversas actividades basadas en el diálogo y la cultura del encuentro.
“Nos inspiramos en los valores del Evangelio, porque este nos ayuda a ver realmente con criterio a escudriñar la realidad en medio del conflicto que vive el país”, dijo.
Agradeció el apoyo al Episcopado, a la Unión Europea y a todos aquellos benefactores de esta apuesta colectiva, emprendida desde 1987.
El prelado recordó que la Semana por la paz incluye a organizaciones eclesiales y sociales, “nos inspiramos también en la Doctrina social de la iglesia que es la enseñanza sistemática sobre estos temas de sociedad de cultura, de economía, de política”.
Por ello, considera que los colombianos deben evitar soluciones simplistas, no elegir el camino de más guerra para solucionar la guerra. La clave está en la cultura de la prevención, tomando en cuenta la dignidad de las personas, los derechos humanos y la justicia social.
Barreto aseguró que para alcanzar la anhelada paz se debe acabar de raíz con las desigualdades y situaciones de injusticia en el país.
Hizo un llamado a los grupos armados a no instrumentalizar a la población civil, principal víctima de la violencia, mientras que al Gobierno pidió evitar más exclusiones.
“No le ha ofrecido al país [el Estado] históricamente oportunidades para todos, más bien se ha constituido en un estado que privilegia un sector de la población y excluye a otros”, apuntó.
El presidente de Cáritas instó a la Comunidad internacional a implementar el multilateralismo en momentos cuando se agudizan el conflicto en Ucrania y la intervención militar en Gaza. Asimismo expresó su preocupación por el avance de gobiernos autoritarios y dictaduras ante los cuales la Comunidad internacional “no puede influir”.
La solución para estos temas se encuentra en dejar a lado la polarización política para “entender que las ideologías no son suficientes y que es necesario dar el paso hacia la verdad”.
Raúl Ortiz, secretario adjunto del Episcopado, subrayó la importancia de la acogida y la apertura, como cuando los padres arropan a sus hijos, “así como hijos de un mismo Dios practiquemos la empatía, demos calor al otro, respetemos la vida”.
Recordó que el Año de la Esperanza, primero con Francisco y ahora con León XIV, invita “a no dejarnos vencer por la indiferencia, sino a transformar los signos de muerte, en signos de esperanza y a buscar una paz desarmada y desarmante”.
Mientras que Luis Emil Sanabria, presidente de Redepaz, ha pedido no caer en la trampa de los violentos, al contrario, “cada día, cada esfuerzo, cada trabajo nos fortalece, nos llena de optimismo y nos llena de esperanza”.
Indicó que desde 1993 Redepaz fue creada para dar muestras concretas que la sociedad colombiana “hace mucho” decidió abandonar el camino de la violencia. A pesar de los tropiezos, siguen apostando a la paz.
Héctor Fabio Henao, representante de las relaciones Iglesia- Estado del Episcopado, indicó que el país atraviesa un momento muy doloroso, por lo que es clave “hacer pedagogía por la paz”.
Invitó a no acostumbrarnos a las cifras de violencia, ni mucho menos a naturalizar asesinatos a líderes sociales, políticos. Es un reto que todos tienen.
Por ello, Colombia está llamada a recuperar la sensibilidad, el sentido de humanidad y el sentido de defensa de la vida, porque “si perdemos la capacidad de defender la vida, lo perdemos todo”.
