España

La resignificación del Valle de los Caídos sigue adelante

| 20/08/2025 - 00:02

La comisión que decidirá el proyecto ganador ya cuenta con los diez finalistas que han pasado la selección y que a partir del 1 de septiembre deberán construir la maqueta correspondiente





‘NUDE ARCHITECTURE’, ‘el abrazodel76’, ‘CARNE Y PIEDRA’, ‘Élan Vital’, ‘caminos de memoria’, ‘sub.onere.terrae’, ‘la base y la cruz’, ‘luz que emerge’, ‘LA FALLA’ y ‘herida.memoria.luz’. Estos son los nombres de los diez proyectos que han pasado a la segunda fase del concurso internacional para la resignificación del Memorial de Cuelgamuros. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha informado que se han seleccionado estos finalistas de entre los 34 proyectos presentados inicialmente.



Próxima fase

Estas propuestas han superado dos rondas de deliberación y ahora los equipos tienen del 1 de septiembre al el 31 de octubre para desarrollar sus propuestas en un dossier con, al menos, un texto conceptual de dos páginas en el que se defina la interpretación del encargo así como sus intervenciones físicas y filosóficas, según recoge Europa Press. Y es que el jurado debe valorar “la capacidad de proyectarse en el tiempo y de contribuir significativamente al debate público y a la cohesión social”.

De estos diez se designará al equipo ganador, encargado de la coordinación del proyecto en sus diferentes manifestaciones e, incluso, podría dirigir las obras e implantación de los elementos de museo. El jurado está formado por arquitectos y arquitectas de reconocido prestigio, entre los que destacan David Chipperfield y Fuensanta Nieto, a propuesta del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, y María Langarita, a propuesta del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, así como la artista de reconocido prestigio Cristina Iglesias, a propuesta también del Ministerio. Les asesoran Francisco Ferrándiz y por parte de la Iglesia Católica el sacerdote Daniel Alberto Escobar, Delegado Episcopal de Liturgia del arzobispado de Madrid.

Hasta ahora, señalan los convocantes, “el concurso no debe entenderse como un mecanismo para elegir rápidamente un ganador, sino como una estrategia para representar las contradicciones compartidas de nuestra historia, aceptando que esta historia sigue profundamente anclada en la condición contemporánea”. Por ello, explican, “para que el proceso sea legítimo, no basta con que se perciba como transparente: debe también asumir el conflicto y la diversidad de miradas como su tema central, no como un inconveniente”, sino atendiendo “tanto a las dimensiones científicas e intelectuales como a las emocionales y simbólicas” que caracterizan a este lugar.

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