Los obispos españoles parecen estar visiblemente enfadados con los pasos dados por el Gobierno después del acuerdo logrado entre la Santa Sede y Moncloa para resignificar el Valle de los Caídos y que garantiza la presencia de los monjes, la hospedería, la escolanía y el culto en la basílica.
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A través de un comunicado emitido en la tarde de este Miércoles Santo, la Conferencia Episcopal critica abiertamente el concurso de ideas que dio a conocer este lunes el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.
Intervenciones estatales
“En este sentido, deseamos manifestar que la Iglesia Católica nunca ha sido promotora ni impulsora de las actividades de resignificación que el Gobierno de España quiere llevar a cabo en el Valle limitándose a salvaguardar los acuerdos vigentes desde el inicio ante las intervenciones estatales”, expone el escrito difundido a los medios.
Con este punto de partida, el Episcopado sentencia que el Ejecutivo socialista ha puesto en marcha este proceso “sin contar con la Iglesia acerca de los pormenores o cuestiones que deberían ser concretadas con anterioridad, por si no se respetan los espacios y la sensibilidad religiosa”. A renglón seguido, remarcan que “los términos del acuerdo realizado entre el Gobierno y la Santa Sede son generales y nuca se han detenido en los detalles o particularidades del mismo”.
Texto consensuado
Al ser una nota oficial de la Conferencia Episcopal, se da por hecho que el escrito ha sido consensuado por el presidente y vicepresidente de los obispos, esto es, por el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, y por el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo. De hecho, la Archidiócesis de Madrid lanzaba el mismo comunicado de manera simultánea. Con ellos al frente, se explicita que “una vez más, el Gobierno toma una iniciativas sin resolver cuestiones previas que afectan al concurso que presentan y que deberían ser aclaradas con anterioridad”.

Santiago Cantera, ex prior del Valle de los Caídos, pasea por los interiores de la abadía. FOTO: JESÚS G. FERIA/VIDA NUEVA
“Lo apropiado en relación a este concurso -detalla el comunicado- es que estuviera acordado con la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, responsable histórica del lugar y propietaria del espacio en el que se va a intervenir cuyos patronos fundamentales son Patrimonio Nacional y la Comunidad benedictina”.
Respeto a los signos
En el comunicado, la Iglesia recuerda que el intercambio de notas pro memoria de las reuniones celebrada en Roma entre el Gobierno de España y la Santa Sede, se asentaron como puntos básicos para cualquier actuación sobre Cuelgamuros el respeto del culto a la basílica y sus capillas, “así como sus signos litúrgicos y religiosos”, el acceso independiente desde la entrada principal exterior del templo, además de la continuidad de los monjes.
Los obispos recuerdan al Gobierno que “una persona propuesta por la Iglesia Católica revisará el proyecto final ganador del concurso antes de su ejecución para asegurar que los acuerdos son respetados y las intervenciones son acordes con las normas litúrgicas”. Se trata del delegado de Liturgia del Arzobispado de Madrid, el sacerdote Daniel Alberto Escobar Portillo.