España

El arzobispo de Sevilla, con los migrantes: “No cedamos al lenguaje del odio”

| 15/08/2025 - 19:44

José Ángel Saiz preside la fiesta de la patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes, con una llamada a “una acogida solidaria a quien llama a la puerta”





El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, hizo esta mañana una defensa cerrada de la acogida a los migrantes en la misa que presidió con motivo del día de la Virgen de los Reyes. Al término de la procesión de la patrona de Sevilla, el pastor celebró la misa estacional en la catedral  en la que expuso que “la devoción secular de Sevilla a Nuestra Señora de los Reyes nos ha educado en un estilo genuinamente cristiano: realeza que sirve, belleza que evangeliza, ternura que sostiene”.



Con la referencia mariana como eje, expuso que “la opción preferencial por los pobres pertenece a la misión de la Iglesia, inseparablemente unida a su tarea evangelizadora”. A partir de ahí, subrayó que una de las acciones concretas del Plan Pastoral Diocesano consiste en “potenciar y promover la acogida, el acompañamiento y la integración de las personas migrantes”.

Manos que comparten

Así, el arzobispo lanzó un tripe reto a la ciudadanía, a los propios migrantes y a los responsables públicos. De esta manera, pidió a los sevillanos “tener una actitud de acogida solidaria de las personas necesitadas que llaman a la puerta”. En concreto, detalló que se necesitan “manos que comparten, que perdonan, que tienden puentes; corazón que reconoce la dignidad de cada persona y no cede al lenguaje del odio”.

Por otro lado, reclamó a quienes vienen de fuera “una actitud de verdadera integración en la nueva sociedad que les acoge”. Y citando a Benedicto XVI, solicitó los gobernantes “una estrecha colaboración entre los países de procedencia y destino de los emigrantes”, acompañado de “normativas internacionales adecuadas capaces de armonizar los diversos ordenamientos legislativos, con vistas a salvaguardar los derechos de las personas emigrantes, así como los derechos de las personas y de las sociedades que acogen”.

Esperanza cristiana

Con el reciente jubileo de los jóvenes en Roma en la memoria, reivindicó que “la esperanza cristiana no es optimismo psicológico, sino confianza teologal apoyada en la fidelidad de Dios que resucitó a Jesús y conduce la historia”. Para el arzobispo esta esperanza no se debe quedar solo en ideas: “Nace una misión concreta: ser artífices de reconciliación y de paz, testigos de caridad, constructores del bien común”.

En su homilía también hizo un llamamiento para que se logre “el milagro de la paz”, no solo en “los conflictos que ensombrecen el mundo”, sino en la vida cotidiana: “reconciliación en las familias, respeto en la vida pública, rechazo de toda violencia, educación para la paz en nuestras parroquias, colegios, en todos los ámbitos eclesiales, acompañamiento espiritual y social de quienes arrastran las consecuencias de la violencia”.

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