Tras dos meses de luchar por su vida, el congresista colombiano, víctima de un atentado, falleció en la madrugada de este lunes 11 de agosto
Falleció en la madrugada de este 11 de agosto, Miguel Uribe Turbay, el senador colombiano y precandidato presidencial, víctima de un atentado el 7 de junio.
Fueron dos meses que se mantuvo el congresista luchando por su vida. Este hecho si bien despertó los fantasmas de la violencia política de los años 80, también la solidaridad de millones de colombianos.
El cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, en entrevista con Noticias Caracol, ha lamentado lo acontecido, “es un momento de inmenso dolor y ponemos en las manos de Dios, padre misericordioso, la vida de este joven líder”.
Ha enviado su saludo fraterno a la familia Uribe Turbay, recordando que Jesús “es esperanza de vida en su resurrección”. El prelado rechazó toda forma de violencia, de irrespeto a la vida, hizo un llamado a la unidad de todos los colombianos.
El cardenal Rueda recordó que “somos una generación marcada por el narcotráfico, la guerrilla, paramilitarismo”, por eso, “no hemos logrado dejarle a los más jóvenes una Colombia distinta”.
Reiteró que “como colombianos debemos unirnos” en torno a un propósito: reescribir la historia con base en el respeto, la vida y la paz.
El purpurado espera que cada político y ciudadano se hagan un examen de conciencia en lo profundo de su corazón y evitar que la muerte de Uribe Turbay sea instrumentalizada para sacar “provecho político” de parte y parte.
Se cuestionó duramente: “¿en qué nos estamos equivocando en la educación, en la vida familiar, en la manera cómo llevamos los destinos de este país?”.
Para ello, es urgente “abrir el corazón a Dios que puede transformar a la sociedad desde adentro”, porque la violencia está acabando con familias enteras.
Así como en la familia Uribe Turbay hay un niño huérfano, en el país hay muchos; una esposa que ahora es viuda como muchas y un padre que lamenta la muerte de un hijo como muchos.
Es urgente acabar con “el virus del odio” para evitar que las nuevas generaciones sean marcadas y contaminadas por el miedo y la violencia.
Foto: EFE