España

Reagrupación operativa en Barcelona: de 26 a 7 arciprestazgos para evangelizar “en una sociedad más compleja y secularizada”

| 29/07/2025 - 07:23

El cardenal arzobispo Juan Jose Omella aglutina las 199 parroquias en 44 comunidades pastorales ante la creciente secularización y la falta de relevo sacerdotal





La Archidiócesis de Barcelona afronta la reestructuración más ambiciosa de las últimas décadas. El cardenal Juan José Omella ha dado el visto bueno para agrupar los 26 arciprestazgos que hasta ahora se distribuían en seis zonas pastorales en un total de siete arciprestazgos. Y, sin hacer desaparecer las 199 parroquias como tal, pero sí aglutinarlas en 44 comunidades pastorales’ ad experimentum’ por tres años.



A través de un vademécum, el purpurado y su equipo han dado a conocer el decreto que de la nueva organización pastoral y territorial que busca “responder al reto de anunciar el Evangelio en una sociedad más compleja y secularizada, teniendo en cuenta los recursos humanos y pastorales de que disponemos”.

Viva y orgánica

En este documento base, el cardenal Omella presenta las nuevas comunidades pastorales como una “una comunidad de fieles configurada como una agrupación de parroquias limítrofes, partiendo de un territorio con identidad social y sociológica lo más homogénea posible” que están llamadas a formar “una comunidad cristiana viva y orgánica”. Estas comunidades estarán confiadas a sacerdotes y diáconos “con la participación activa de los laicos y los consagrados”.

Consciente del paso adelante que se da en lo que sinodalidad se refiere, el arzobispo explica que “la nueva configuración que este decreto aprueba no pretende anular las realidades ni la vida de las parroquias, que siguen siendo indispensables, sino integrarlas en una estructura que les ayude a afrontar los retos del mundo en el que vivimos”.

Acción conjunta

En el documento explicativo del decreto se vuelve a incidir en que “la parroquia no es una estructura caduca”, pero enfatiza el valor que pueden aportar las comunidades pastorales configuradas por varias parroquias coordinadas que permitan promover una acción conjunta y concentrar esfuerzos tanto en las celebraciones litúrgicas como en la pastoral social.

Así, al frente de cada comunidad pastoral habrá un moderador “ya sea en el caso de un equipo de párrocos ‘in solidum’ o bien con un único párroco, que será un presbítero nombrado por el Arzobispo y que reside en la parroquia de coordinación”. Entre sus funciones se encuentra presidir el consejo de pastoral y el de economía de la comunidad, coordinar el trabajo en común y ser el vínculo con el arciprestazgo.

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