Las ex monjas clarisas de Belorado están convencidas de que no abandonarán en breve el convento. Al menos así lo han puesto de manifiesto a través de un vídeo comunicado que han lanzado esta tarde, a la espera de que el próximo martes 29 de julio se celebre en los juzgados de Briviesca el juicio para su expulsión del monasterio.
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Leído por sor Paloma, una de las mujeres excomulgadas, se asegura que el 12 de septiembre, fecha fijada por la Justicia para su desahucio no ocurrirá nada “aunque la sentencia fuera desfavorable, porque no sería firme”. O lo que es lo mismo, ejercerán su derecho a recurrir.
Derecho a la intimidad
Además han recuperado su habitual denuncia de sentirse “acosadas”, considerando que “se está violando nuestro derecho a la intimidad”. “Nos da pena ver cómo se falsea y se tergiversan las cosas y se hacen públicas”, exponen en referencia a un reportaje publicado hoy en el diario Abc en el que se asegura que “las exclarisas planean sacar a las monjas mayores de Belorado ante la inminencia del desahucio” y se detalla que “la descarga de camas articuladas y la compra de pañales para adultos hacen pensar que serán trasladadas a Orduña”.
Frente a estas afirmaciones, las ex religiosas defienden que la recogida semanal de los pañales para las ancianas en la farmacia es una actividad habitual. Sobre un posible traslado, explicitan que “se han hecho adecuaciones en el monasterio de Orduña en previsión de las posibles necesidades que se planteen”. En este sentido, en relación a las veteranas clarisas, detallan que “se tomarán las decisiones que se consideren más adecuadas a su bienestar y salud, respetando su voluntad y deseos”.
Una sola comunidad
“La comunidad es una sola y quiere permanecer unida”, insisten, intentando desmontar la tesis mantenida hasta ahora por el comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, que desvincula del cisma a las religiosas ancianas. “La voluntad de las mayores debe ser respetada como personas, no están incapacitadas ni sometidas a la tutela de nadie”, entona sor Paloma, que va más allá: “Si alguna vez pudieran expresar su voluntad, las decisiones que deban de tomar nos corresponde adoptarlas a nosotras que somos las que convivimos con ellas desde hace tantos años y somos sus guardadoras”.