El cardenal Carlos Aguiar Retes, gran canciller de esa institución educativa, nombra como rector interino a un sacerdote de la Arquidiócesis de Tlalnepantla
Padre Alberto Anguiano y cardenal Carlos Aguiar. Foto: Universidad Pontificia de México
A través de una carta enviada al arzobispo de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, en su calidad de gran canciller de la Universidad Pontificia de México (UPM), el rector de dicha casa de estudios, el presbítero Alberto Anguiano García, presentó su renuncia, argumentando “acoso laboral y violencia institucional”.
Anguiano García, del clero de la Arquidiócesis de Monterrey, llegó a la Pontificia de México en agosto de 2021, en sustitución del sacerdote Mario Ángel Flores Ramos, quien había estado al frente de la institución por nueve años.
Licenciado en Teología Dogmática por la misma UPM y Doctor en la misma especialidad por la Universidad Gregoriana de Roma, el presbítero Anguiano es fundador de la Asociación Mexicana de Teología Dogmática y miembro fundador de la Academia Mexicana de Teología.
Hace un año, el 16 de julio de 2024, el propio cardenal Carlos Aguiar Retes le había pedido continuar como rector, avanzando en los trabajos que él, como Gran Canciller, y la nueva Comisión episcopal de la UPM, le habían encomendado.
No obstante, este 15 de julio, mediante una misiva a la que tuvo acceso Vida Nueva, Anguiano García denunció haberse enterado, a través del nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, de que la institución ya tenía nuevo rector:
“El día de ayer 14 de julio, fui notificado por Joseph Spiteri, nuncio apostólico, del decreto sobre el nombramiento de un rector interino, emitido por el Dicasterio para la Cultura y la Educación”.
Para el rector saliente, se trata de un decreto “sin justificación alguna y al margen de todo procedimiento institucional”, que además “evidencia que los sacerdotes de la Residencia de profesores, en contubernio con algunos trabajadores y la nueva Comisión de los obispos para la UPM, han alcanzado la cumbre de un comportamiento arbitrario, que habían estado sosteniendo con objeto de no ver afectados sus intereses particulares”.
Denunció que desde septiembre del año pasado ha sido “víctima de acoso laboral y de violencia institucional”, por lo que ha tomado la decisión de renunciar.
Apuntó: “Me veo ahora en la penosa obligación de renunciar al cargo de rector para el que legítimamente fui nombrado por la anterior Comisión episcopal para la UPM. Renuncio igualmente a mi servicio docente en esta institución porque no puedo seguir tolerando que las autoridades eclesiásticas sigan permitiendo y encubriendo los abusos en contra de mi dignidad y mis derechos“.
Anguiano García reconoció el trabajo de su equipo más cercano que, junto con él, “hicieron su mejor esfuerzo a favor de esta casa de estudios, pese a la obstinada y perversa hostilidad de quienes, de este modo, han hecho evidente que el bien el progreso de la Universidad Pontificia de México es lo que menos les interesa”.
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano dio a conocer el nombre del nuevo rector interino de la UPM, por un periodo de dos años. Se trata del presbítero Pedro Benítez Mestre, del clero de la Arquidiócesis de Tlalnepantla -de la que el cardenal Aguiar fuera arzobispo-, y quien ha sido ratificado por el Dicasterio de la Santa Sede para la Cultura y la Educación.
El sacerdote Pedro Benítez es doctor en Filosofía y en Teología. Ha ejercido su ministerio en la Arquidiócesis de Tlalnepantla como párroco, formador y profesor del seminario.
Ha sido profesor en diversas universidades en la Ciudad de México, entre ellas la Universidad Pontificia de México, la Universidad Panamericana y la Universidad Iberoamericana, donde ha impartido clases de filosofía y teología.