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De las placas solares al altar: ecología integral de parroquia

| 11/07/2025 - 00:17





En 2015, Francisco publicó ‘Laudato si’’ y su clamor por la custodia de la creación y por vivir en armonía con todo lo que nos rodea resonó en muchas comunidades cristianas. Una de ellas fue la Parroquia Santa María Madre de Dios, en la localidad madrileña de Tres Cantos. Una década después, su párroco, José Manuel Aparicio, explica a Vida Nueva hasta qué punto la encíclica les configura: “Causó un gran impacto en todos. En nuestros grupos, reflexionamos sobre temas específicos y, cada vez que se publica un documento pontificio, procuramos estudiarlo. Pero con este de Bergoglio fuimos más allá y nos sentimos llamados”.



Así, implementaron “un programa para desarrollar la espiritualidad ecológica”. El mismo se articuló “en cuatro grandes dimensiones: la energética, la ecológica, la de sensibilización y la transversal en catequesis y trabajos de grupos”. De cara a “la conversión energética”, lo primero que hicieron fue “eliminar el gas en el templo, en los salones parroquiales y, por último, en las viviendas comunitarias”.

Depósitos de agua

Lo pudieron suplir “con un parque energético a base de aerotermias y paneles solares, en el techo de la parroquia, y con reformas para aislar las ventanas y evitar esos escapes de energía”. Otro paso “fue instalar depósitos de agua en dos pozos que tenemos, con los que podemos almacenar hasta 2.600 litros de lluvia y reutilizarlos para regar los jardines”.

En la apuesta por el trabajo en red, colaboran con otras entidades eclesiales: “Con Cáritas recogemos muebles que les pueden venir bien a las familias de la parroquia y ropa reutilizable, llegando a almacenar hasta 70 toneladas en productos textiles; con Otro Mundo Es Posible promovemos la reutilización de tapones y libros, en un programa en el que se involucran laboralmente dos personas con discapacidad; con Alboan nos enfocamos en el reciclaje de teléfonos móviles; a la Fundación Santa Bárbara le ofrecemos carritos y pañales para familias; y, a los camilos, les apoyamos con material médico o sillas de ruedas”.

Parroquia ecológica de Tres Cantos. Foto: Jesús G. Feria

También han creado un Grupo Laudato si’, “donde ocho personas se comprometen a trabajar en la preparación de vídeos o informes que nos puedan ser de utilidad a los demás, así como en la organización, dos veces al año, de campañas de concienciación, incluida una Semana Laudato si’, y de actividades de senderismo, con una salida al mes a la montaña”.
Además, “todos los grupos de catequesis, desde los de niños a los de adultos, tienen esa visión transversal y cuentan con presentaciones específicas sobre la cuestión ecológica, siendo la custodia de la Casa común una parte esencial de nuestra fe, no algo separado”.

Misas al aire libre

Del mismo modo, “contamos con seis campamentos de verano y, en todos ellos, al menos se dedican dos días a ir a la montaña, en clave de ocio espiritual. Y, siempre que podemos, celebramos la eucaristía al aire libre”.

Para Aparicio, esto ha configurado su vocación sacerdotal, “aunque ya partía de un compromiso anterior. Recuerdo que, cuando me iba a ordenar, mi madre, al aceptar que ya no tendría hijos, me regaló unas plantas para que nunca olvidara la importancia de cuidar”.

Y es que “este es un compromiso bautismal de todos los cristianos”. De ahí que “valore que este proceso parroquial está siendo muy bonito y lo vivamos sin polarizaciones. Hay cuestiones que, tristemente, a veces generan conflicto en este tiempo, como la de la igualdad de la mujer o la del trato a las personas migrantes. Sabemos que este es otro tema que puede generar controversia, pero aquí no ha sucedido nada de eso, sino que hemos ido poco a poco, en un recorrido lento pero intenso, contando con todos”.

Resonancia política

Hasta el punto de que “el partido gobernante en el Ayuntamiento, admirado por nuestro parque solar, incluyó algo similar en su programa en las últimas municipales. Eso es algo que nos llena de orgullo, pues esta vivencia nos identifica a nivel de comunidad y ofrecemos un testimonio que genera un impacto social. Nos valoran muchas personas que no tienen por qué compartir nuestra fe, y esa es siempre una buena noticia”.

Respecto a la misa ‘pro custodia creationis’, establecida ahora por el Vaticano, el sacerdote valora como un gran gesto que esa apuesta integral de la Iglesia por la armonía con el medioambiente y por la justicia climática se encarne a nivel sacramental, siendo “algo natural y no novedoso”. De hecho, “esto forma parte de nuestra tradición, como se aprecia en el salmo 8, en la alabanza de Dios ante la creación, en Isaías, en el Cántico de las criaturas de san Francisco de Asís, en las vías tomistas… ¿O es que acaso el Pueblo de Dios, al avanzar hacia la Tierra Prometida, no buscaba un lugar desértico con agua?”. De ahí su conclusión: “Laudato si’ fue impactante y un hito en el camino. Pero no fue algo nuevo, sino la secuencia lógica dentro nuestra tradición cristiana, formando parte de lo que somos”.

Parroquia ecológica de Tres Cantos. Foto: Jesús G. Feria

En la parroquia de Tres Cantos nutren la tarea personas como Manuel López Ramírez, vicario parroquial, o la laica Paloma Aguilera, que nos abren las puertas del templo para que nos admiremos ante este “oasis verde”. Así lo define el sacerdote colombiano, que llegó a España hace 38 años y que tiene orígenes familiares en Zamora y Extremadura. Aquí lleva tres años. Un tiempo que está disfrutando mucho, ya que “me crie en el campo y tengo un amor infinito por la naturaleza”.

Con los jesuitas y los franciscanos

Formado con los jesuitas y los franciscanos, “de ambos aprendí a respirar con todo mi ser en armonía con lo creado”. Un compromiso que aquí le lleva a cuidar las plantas de la comunidad parroquial junto a otro voluntario (“y son muchísimas”, dice entre risas) y a tratar de que su vocación la moldee “esta misión que forma parte integral de nuestra vivencia cristiana”.

Lo mismo experimenta Aguilera, implicada en el Grupo Laudato si’, que se reúne “una vez al mes para reflexionar conjuntamente en torno a fenómenos como el hiperconsumo, la alimentación responsable o lo que contamina la producción de ropa”. Un discernimiento que luego aterrizan “en acciones divulgativas para el resto de la comunidad o en actividades como espacios de trueque, salidas al campo o cinefórums”.

Porque, insiste, “lo fundamental es cambiar nuestro estilo de vida, con una mayor austeridad. En clave de justicia social, no podemos seguir como antes. Y eso es lo más difícil… En Tres Cantos hay un nivel adquisitivo alto, por lo que muchos pueden apoyar reformas en el templo para ser más sostenibles, pero luego no quieren ser responsables y adaptar esa sobriedad a su día a día”.

No ser indiferentes

En su caso, “yo he sentido esa necesidad de vivir en comunión con la naturaleza y soy vegetariana desde hace más de diez años. No todos tienen que serlo, pero es importante comer de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. A mis hijos trato de inculcarles que es necesario hacerse preguntas y que no nos sea indiferente lo que nos rodea”.

A nivel espiritual, “desde joven ya venía tratando de aplicar esto a mi vida de fe, por lo que Laudato si’ me confirmó que era mi camino. Vivir en armonía con la creación te hace querer ser consecuente y ampliar tu mirada en otros retos clave, como la emigración. Es un todo, un compromiso de fe integral por el que cada vez asumes más responsabilidad”. Lo que también pasa por “saber argumentar cuando hay quienes, también en ambientes eclesiales, minimizan la problemática ecológica”.

Fotos: Jesús G. Feria

Parroquia ecológica de Tres Cantos. Foto: Jesús G. Feria

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