Los obispos de Cali, Buenaventura, Buga, Cali, Cartago y Palmira, han suscrito un manifiesto clamando por la paz. Sobre todo en momentos cuando la violencia en esta región del pacífico colombiano, Valle de Cauca, mantiene en zozobra a sus pobladores.
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Hicieron un llamado a todos los sectores: fieles, políticos, grupos armados, a hombres y mujeres de buena voluntad para que icen las banderas de la esperanza “en medio de los grandes desafíos que estamos viviendo” no solo en Colombia, sino en el mundo.
Pasadas las festividades del Sagrado Corazón de Jesús y de María, respectivamente, los prelados han citado la encíclica Dilexit nos – testamento espiritual de Francisco – para recordar que en el dominio político todas las acciones deben ponerse bajo el dominio del corazón.
Por ende, hay que aquietar la agresividad y los deseos obsesivos con “el bien mayor que el corazón ofrece” con la voluntad de hacer siempre el bien.
Puentes de diálogo
Los prelados piden a todos los colombianos ser más respetuosos con las diferencias, estar más disponibles a la donación plena.
Tomando las palabras de León XIV pidieron desarmar corazones, manos y palabras para volver al primer amor, “el amor fiel de Dios”, porque las amenazas “no pueden arrebatarnos la esperanza”.
Reiteraron su voluntad de establecer puentes de diálogo para “ayudar a dirimir los conflictos y avanzar en la búsqueda de la paz”.
Daños ocasionados por una explosión en Cauca / Foto: EFE
