El pasado 22 de mayo el Vaticano publicaba el nombramiento de Beat Grögli como nuevo obispo de la diócesis suiza de San Gallo. León XIV confirmaba al prelado que le habían propuesto los propios diocesanos tras un amplio sistema de consulta coordinado por el capítulo catedralicio. En el proceso interveno incluso el Instituto Suizo de Sociología Pastoral, ofreciendo no solo una lista de candidatos, sino la visión más amplia de las necesidades de la Iglesia local.
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Un trabajo que ha contado con el visto bueno de la nunciatura y del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano. El sinodal obispo era hasta ahora párroco de la catedral y responsable de la unidad pastoral del centro de la ciudad, en el noreste del país helvético.
Participaron 1.305 personas
La diócesis llevaba en este proceso desde el verano pasado, cuando los 13 clérigos del cabildo catedralicio abrieron a la comunidad diocesana “una amplia consulta de inspiración sinodal” esencialmente online, en la que participaron 173 grupos y 1.305 personas, para reflexionar sobre el perfil que debe tener el obispo a elegir, en vista de los desafíos percibidos en la diócesis en el presente y en el futuro. De aquí saldrían, ya en otoño, lo seis finalistas que se iban a someter a votación el 23 de abril –propuesta que fue aplazada por la muerte del papa Francisco hasta el 20 de mayo–. Solo dos días después, León XIV confirmó este nombramiento.
Grögli nació el 20 de septiembre de 1970 en la población de Wil, es el mayor de tres hermanos y estudió Teología en Friburgo, Viena e Innsbruck. Sacerdote desde 1998, tras unos años de ministerio en una parroquia, completó sus estudios de Psicología en la Universidad Gregoriana de Roma. Desde 2013 era el párroco de la catedral en la que tomará posesión a principios de julio. Sucederá al obispo Markus Büchel, que ya había cumplido los 75 años, hecho que puso en marcha la consulta diocesana.
PREGUNTA.- El de San Gallo ha sido uno de los primeros obispos confirmados por León XIV. ¿Empieza también un tiempo nuevo para la diócesis? ¿Es un reto ser un obispo que está entre el legado de Francisco y la expectativa con León XIV?
RESPUESTA.- Por supuesto que es hermoso y especial que la elección del nuevo Papa y la confirmación y el nombramiento del nuevo obispo de San Gallo coincidan tan estrechamente. De hecho, existe un espíritu de optimismo en este sentido. Además, por lo que he podido contemplar hasta ahora, León proseguirá con los impulsos de Francisco. En cuanto al estilo, León XIV me parece más sereno y reflexivo que Francisco. Eso me encaja mejor a mí.
P.- ¿Cómo se ha ido formando el especial método de elección de esta diócesis suiza? ¿Cómo fue la jornada del pasado 20 de mayo?
R.- Desde su fundación en 1847, la diócesis de San Gallo ha tenido un derecho especial de voto. El cabildo de la catedral elabora una lista de seis candidatos del clero diocesano. Esta lista luego es examinada por el nuncio y la Santa Sede. Después esta lista vuelve a la diócesis y un “parlamento católico” (denominado Colegio Católico) también puede designar hasta seis candidatos de la lista como “menos aprobables”, por ejemplo, si se teme que la elección de un candidato ponga en grave peligro la paz religiosa en Suiza.
Esta regulación proviene del período del ‘Kulturkampf’ (‘Combate cultural’) del siglo XIX. De la lista examinada y aprobada, el cabildo elige al nuevo obispo, que es nombrado por el Papa unos días después.
P.- Como obispo, ¿se siente más respaldado al ser elegido por el pueblo de Dios y no solo por el Papa?
R.- Totalmente. Dado que he estado trabajando como párroco de la catedral durante los últimos 12 años y llevo siendo sacerdote de la diócesis durante muchos años, siento especialmente el apoyo y la alegría de la gente. Es esencial que vayamos caminando juntos. Nadie puede caminar a solas. Decisiones solitarias sin consulta y colaboración, siempre en la medida de lo posible, no son buenas. Me parece importante tomar en serio a los equipos –a los representantes de los sacerdotes, a los colaboradores pastorales y al pueblo de Dios– y promover el intercambio entre ellos.
Implicación de los laicos
P.- ¿Cómo se puede seguir implicando a los laicos en las propuestas evangelizadoras de la Iglesia?
R.- La cooperación y la responsabilidad compartida con los laicos es algo natural para nosotros. También me gusta mucho el llamado “sistema dual”, que libera a los clérigos de mucha gestión administrativa (salarios, administración de fondos, mantenimiento de bienes inmuebles…).
P. ¿Qué sensibilidad aportan los seglares a la curia episcopal?
R.- Hay ministerios que están vinculados a la ordenación como vicario jurídico o el vicario general. Pero hay muchas funciones directivas que las mujeres también pueden ejercer. Para poder cubrir bien esos puestos, también en el caso de las mujeres, es necesario un desarrollo del personal, que comienza desde la formación inicial.
Fotos: Urs Bucher.