La Sala Clementina ha sido el lugar elegido para que esta mañana el papa Francisco mantuviera un encuentro con los miembros del Consejo de la Fundación de la Guardia Suiza Pontificia, que cumple 25 años como benefactora del ‘ejército’ del Vaticano.
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“Ayudar a la Guardia Suiza Pontificia significa apoyar al Sucesor de Pedro en su ministerio en la Iglesia universal”, agradeció el Pontífice, que elogió la labor que realiza este particular equipo de seguridad vaticano.
Contacto directo
Entre las funciones de los guardias suizos, destacó “la acogida de muchos peregrinos de todas partes del mundo”. “¡Eso requiere paciencia, y los guardias tienen paciencia! Esto es algo bonito de ellos: repiten cosas, explican… Una paciencia muy grande”, elogió Jorge Mario Bergoglio. De la misma manera, valoró el hecho de cada vez más guardias suizos formen familias.
Desde el punto de vista más personal, el Papa desveló que mantiene relación con aquellos guardias que han tenido que dejar su trabajo y regresar a sus países: “A veces llaman por teléfono, envían algo; cuando pasan por Roma me visitan a mí. Es un buen contacto que tengo”.