León XIV, ante los sacerdotes de Roma: “¡Comprometámonos todos a ser creíbles y ejemplares!”

  • El Papa, en el primer encuentro con el que ya es su clero, les pide, como Francisco, huir de la “autorreferencialidad”
  • “Caminar juntos es siempre garantía de fidelidad al Evangelio”, les ha expresado el Pontífice

León XIV con los sacerdotes de Roma

León XIV se ha encontrado esta mañana por primera vez con el que ya es su clero. El Obispo de Roma ha recibido en audiencia en el Aula Pablo VI a los sacerdotes de Roma, a los que les ha lanzado una petición especial: “¡Comprometámonos todos a ser creíbles y ejemplares!”.



El Papa, que ha citado a su predecesor, también les ha insistido en una de las máximas de Francisco: la autorreferencialidad, porque esta “obstaculiza la comunión”. Así, les ha instado a “caminar juntos”, ya que, esto es “siempre garantía de fidelidad al Evangelio”.

El cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina, ha abierto el encuentro para asegurar la adhesión de todos al pontificado de Robert Francis Prevost. Y ese todos incluye a los 809 sacerdotes romanos, 149 diáconos, 2.847 sacerdotes extranjeros en estudio, 211 curas de asociaciones clericales y 3.914 sacerdotes religiosos. En total: 8.020 presbíteros y diáconos repartidos en 333 parroquias, 174 rectorías, más de 100 capellanías de hospitales y residencias de ancianos, 18 capellanías de migrantes y tres capillas de prisiones. Así, cuentan con 84 seminaristas: 40 en el Pontificio Seminario Romano Mayor, 40 en el Colegio Diocesano Redemptoris Mater y 4 en el Almo Colegio Capránica.

El Pontífice ha comenzado su discurso mostrándose como un pastor cercano ante el clero, con el que espera empezar a “caminar juntos”. Y para empezar a hacerlo les ha hecho un encargo: cuidar la unidad y la comunión, buscar la ejemplaridad y mirar los desafíos del mundo en clave profética.

Unidad y comunión

“El Señor sabe bien que solo unidos a Él y unidos entre nosotros podemos dar fruto y dar al mundo un testimonio creíble. La comunión sacerdotal aquí en Roma se ve favorecida por el hecho de que por antigua tradición hemos estado acostumbrados a vivir juntos. El sacerdote está llamado a ser el hombre de la comunión, porque es el primero en vivirla y la nutre continuamente. Ninguno de nosotros está exento de las trampas que amenazan la solidez de nuestra vida espiritual y la fuerza de nuestro ministerio”, ha señalado.

Tras pedirles dar “un impulso a la fraternidad sacerdotal”, León XIV ha advertido que “la comunión también debe traducirse en compromiso en esta Diócesis; con diferentes carismas, con diferentes itinerarios formativos y también con diferentes servicios, pero el esfuerzo por apoyarla debe ser único. Pido a todos que presten atención al camino pastoral de esta Iglesia, que es local pero, por quien la guía, también es universal. Caminar juntos es siempre garantía de fidelidad al Evangelio“.

León XIV con los sacerdotes de Roma

León XIV con los sacerdotes de Roma

Ejemplaridad

“Les pido con corazón de padre y pastor: ¡comprometámonos todos a ser sacerdotes creíbles y ejemplares! Somos conscientes de los límites de nuestra naturaleza y el Señor nos conoce profundamente; pero hemos recibido una gracia extraordinaria, se nos ha confiado un tesoro precioso del que somos ministros, servidores. Y al siervo se le exige fidelidad. Si juntos intentamos ser ejemplares con una vida humilde, podremos expresar el poder renovador del Evangelio para cada hombre y cada mujer”, ha afirmado.

Mirar los desafíos en clave profética

“Nos preocupa y nos entristece todo lo que sucede a diario en el mundo: nos duele la violencia que genera muerte, nos interpelan las desigualdades, la pobreza, las múltiples formas de marginación social, el sufrimiento generalizado que adquiere las características de un malestar que ya no perdona a nadie. Y estas realidades no solo ocurren en otros lugares, lejos de nosotros, sino que también afectan a nuestra ciudad de Roma, marcada por múltiples formas de pobreza y graves emergencias como la vivienda”, ha indicado.

Sin embargo, “el Señor nos quiso en este tiempo lleno de desafíos que, a veces, parecen más grandes que nuestras fuerzas. Estamos llamados a abrazarlos, a interpretarlos evangélicamente, a vivirlos como oportunidades de testimonio”. “¡No los rehuyamos! Que el compromiso pastoral, como el del estudio, se convierta para todos en una escuela para aprender a construir el Reino de Dios en la compleja y estimulante historia actual”, ha subrayado. 

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