“La vida cristiana no se vive aisladamente, como si fuera una aventura intelectual o sentimental, confinada en nuestra mente y corazón”, ha dicho el Pontífice
León XIV ha recibido hoy en audiencia a los moderadores de las asociaciones de fieles, de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades, a quienes ha agradecido “el servicio de guía y animación que prestan” apoyando “a los hermanos en el camino cristiano implica responsabilidad, compromiso, y a menudo también dificultades e incomprensiones, pero es una tarea indispensable y muy valiosa”.
“En el deseo de asociarse, que dio origen al primer tipo de agrupaciones, encontramos una característica esencial”, ha dicho el Papa, y es que “¡nadie es cristiano solo!”. “Formamos parte de un pueblo, de un cuerpo que el Señor ha constituido”, ha recordado, señalando las palabras de San Agustín: “Se habían convertido ciertamente en templo de Dios , y no solo individualmente, sino todos juntos en templo de Dios”.
“La vida cristiana no se vive aisladamente, como si fuera una aventura intelectual o sentimental, confinada en nuestra mente y corazón”, ha insistido. “Se vive con otros, en grupo, en comunidad, porque Cristo resucitado se hace presente entre los discípulos reunidos en su nombre”.
Recordando la carta ‘Iuvenescit Ecclesia’, León XIV ha señalado que “todo en la Iglesia se entiende en referencia a la gracia: la institución existe para que la gracia se ofrezca siempre, los carismas surgen para que esta gracia sea recibida y dé fruto”. Y es que, “sin carismas, se corre el riesgo de que la gracia de Cristo, ofrecida en abundancia, no encuentre la tierra fértil para recibirla”. “Por eso Dios suscita los carismas”, ha dicho, “para que despierten en los corazones el deseo de encontrar a Cristo, la sed de la vida divina que él nos ofrece”.
Misión en unión con el Papa
“La unidad y la misión son dos pilares de la vida de la Iglesia y dos prioridades del ministerio petrino. Por ello, invito a todas las asociaciones y movimientos eclesiales a colaborar fiel y generosamente con el Papa, especialmente en estos dos ámbitos”, ha continuado el pontífice.
“La misión ha marcado mi experiencia pastoral y moldeado mi vida espiritual”, ha concluido León XIV. “Ustedes también han vivido este camino. Del encuentro con el Señor, de la nueva vida que ha invadido sus corazones, nació el deseo de darlo a conocer. Y han involucrado a muchas personas, dedicando mucho tiempo, entusiasmo y energía a dar a conocer el Evangelio en los lugares más remotos, en los entornos más difíciles, soportando dificultades y fracasos”. Por ello, les ha animado a mantener “siempre vivo este impulso misionero”.