El 20 de mayo fueron asesinados con un arma de fuego disparada por un sujeto contra dos de los integrantes del equipo de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada; se trata de Ximena Guzmán, quien era su secretaria particular y José Muñoz, su asesor.
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Los obispos de México emitieron un mensaje para expresar su dolor y preocupación por el “crimen, ocurrido en la capital del país, se suma a una cadena dolorosa de hechos violentos que, como señalamos en nuestro comunicado del día 19 de mayo, tras la masacre de siete jóvenes en Guanajuato, ‘es un signo alarmante del debilitamiento del tejido social, la impunidad y la ausencia de paz en vastas regiones de nuestra nación'”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano expresó “su profunda consternación por el asesinato” y se unió “al dolor de sus familias, amigos y compañeros de trabajo. A ellos les expresamos nuestra cercanía, oración y solidaridad, pidiendo a Dios que les conceda consuelo, esperanza y fortaleza ante esta pérdida dolorosa”.
“Un México donde la vida, la justicia y la paz florezcan”
Los obispos aseveraron que “como pastores del Pueblo de Dios, no nos resignamos a convivir con el miedo ni con la muerte violenta. Confiamos en que, con la fuerza del Evangelio y la colaboración de todos, aún es posible construir un México donde la vida, la justicia y la paz florezcan. Que Cristo, nuestra paz, nos sostenga en este momento oscuro. Que Santa María de Guadalupe, Reina de la Paz, interceda por nuestra nación”.

Lugar donde murieron siete jóvenes en San Bartolo de Berrios. Foto: San Bartolo de Berrios, Guanajuato
A su vez la Provincia Eclesiástica de México, integrada por la Arquidiócesis de México y por tres diócesis, la de Xochimilco, Iztapalapa y Azcapotzalco, se pronunciaron también ante el referido homicidio.
“Estos trágicos hechos nos interpelan como pastores del Pueblo de Dios. Cada pérdida humana causada por la violencia es una herida profunda al corazón de nuestra sociedad“, señalaron los obispos integrantes de esa Provincia Eclesiástica.
“Una paz que nace de la voluntad de perdonar y reconciliar”
Hicieron un llamado a “todos los sectores de la sociedad: a las autoridades, a los líderes políticos y sociales, a las comunidades religiosas, a las familias y a cada ciudadano de buena voluntad, a que trabajemos unidos por un México en paz”.
Exhortaron a los fieles a renovar el compromiso de ser constructores de una sociedad más justa, fraterna y en paz, y recordaron lo señalado por el papa León XIV recientemente en el sentido de “llevar la paz de Cristo”, una paz verdadera “desarmada y desarmante”.
Esa -dijeron los obispos- “es la paz que necesitamos hoy con urgencia: una paz que nace del respeto a la dignidad humana, del compromiso con el bien común, y de la voluntad de perdonar y reconciliar”.