“No dejéis de construir el Evangelio de la cercanía como hacía san Isidro”. Es el encargo que lanzó este mediodía el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, a la multitud que ha participado en la eucaristía que presidió en la popular pradera de la capital con motivo de la fiesta del patrón. Junto al purpurado, concelebraron la eucaristía el cardenal emérito de Caracas, Baltazar Porras, el arzobispo de Ciudad Bolivar, Ulises Antonio Gutiérrez, y el obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín.
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“Isidro es buen vecino, mozárabe acostumbrado a vivir con musulmanes sin perderles el respeto”, comentó el purpurado, para defender que el cristiano está llamado a ser hoy un buen vecino con “cercanía, hospitalidad y el cuidado mutuo”.
Compromiso de la sociedad
Aterrizando en los desafíos a los que se enfrenta hoy Madrid, Cobo pidió un mayor “compromiso de la sociedad y de los poderes públicos” para dar “respuestas de humanidad y de justicia” a cuestiones como los “muy serios problemas de vivienda y de acceso a ella”, la “dualidad social” y las “personas en situación de calle, incluso en nuestro aeropuerto”.
“No permaneceremos unidos a Jesús, si no estamos unidos a nosotros”, apuntó con contundencia en su homilía, sabedor de que “la santidad nunca divide sino que une, que no se impone, sino que se acompaña”. A partir de ahí, llamó a unos y a otros a vivir “su fe encarnada, injertada en el día a día, en su familia y en los lugares donde se encontraba”. Al final la homilía, los fieles presentes correspondieron a la intervención de Cobo con un aplauso.