En torno a las doce menos diez de la mañana, el humo de la Capilla Sixtina certificó que los cardenales continúan sin acuerdo
Segunda fumata negra en el cónclave que está llamado a buscar al Papa que tomará el relevo de Francisco. En torno a las doce menos diez de la mañana la chimenea de la Capilla Sixtina anunciaba que los cardenales no han encontrado todavía al nuevo Sucesor de Pedro. O lo que es lo mismo, no se habría logrado el apoyo de al menos 89 cardenales para respaldar a un candidato.
Esta segunda fumata entra dentro de lo previsible, teniendo en cuenta que el punto de partida de la que se presentaba como una de las elecciones más abiertas de la historia reciente de la Iglesia, más allá de la candidatura omnipresente del secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.
En medio de una mañana desapacible en Roma, con amenaza de lluvia y el ruido constante de los helicópteros que certifican el cordón de seguridad que se ha generado en torno a estos particulares comicios, la humo oscuro certificó que los purpurados necesitan todavía más tiempo para descartar algunos nombres de los muchos que se han ido barajando en estos días.
Precisamente en ese runrún de fondo que tiene mucho de rumorología, los medios italianos han dejado caer que poco antes del encierro cardenalicio, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle se habría echado a un lado para promover entre sus compañeros asiáticos que respaldaran a Parolin y así despejar su camino hacia el Papado.
Más allá de estos ecos de sacristía transalpinos, lo cierto es la que jornada comenzó temprano para los electores. A las ocho menos cuarto de la mañana fueron trasladados al Palacio Apostólico para celebrar la misma y rezar laudes en la Capilla Paulina. A partir de ahí se dirigieron en la Capilla Sixtina donde rezaron la Hora Media y procedieron a las dos votaciones. Después de esta fumata negra habrían regresado a la residencia de Santa Marta para almorzar y, de nuevo, poco antes de las cuatro de la tarde, se dirigirán de nuevo a la Sixtina para el siguiente turno de votaciones.