Como era de esperar, la primera fumata del primer cónclave de la era post Francisco ha sido negra. El humo ha comenzado a salir por la chimenea provisional instalada en la Capilla Sixtina a las 21:01 h.
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Este efecto del humo oscurecido se consigue añadiendo unos productos químicos con las papeletas del primer escrutinio de los cardenales que también prolongan el efecto. En la plaza de San Pedro se estima que 45.000 fieles de todo el mundo estaban esperando la tardía fumata –en el último cónclave se produjo a las 19:42 h.–.
Para que se produzca este primer resultado, los cardenales han escrito su nombre en la papeleta, lo han llevado individualmente al altar para depositarlo en la urna vigilada por los tres escrutadores mientras realizaban el juramento de estar votando al que consideran el mejor.
Tras la votación, uno de los escrutadores ha pasado cada papeleta a otra urna para comprobar que el número de papeletas coincide con el de cardenales. Los tres escrutadores han tenido que leer el nombre y uno de ellos es el que lo apunta, lo han leído en alto y perforado cada papeleta con una aguja uniéndolas todas con un hilo.
Jornada de única votación
El humo negro ha llegado tras la solemne apertura del cónclave, cuando a las 17:45 horas ha concluido el juramento de los 133 cardenales electores -menores de 80 años- encerrados en la Capilla Sixtina. En esta primera tarde han escuchado la meditación del cardenal Raniero Cantalamessa, ex predicador de la Casa Pontificia.
Antes, a las 16:30, los purpurados se han dirigido en procesión a la Capilla Sixtina, invocando la asistencia del Espíritu Santo con el ‘Veni Creator’. Una vez concluidos los juramentos, el maestro de las celebraciones litúrgicas, Diego Ravelli, proclamó el ‘Extra omnnes’ (todos fuera) y se cerraron las puertas para iniciar la primera votación que marcará el cónclave.
Mañana, tras la misa matutina, habrá otras dos votaciones por la mañana (después de rezar laudes a las 09:00 horas) y dos por la tarde (después rezarán vísperas), y, así, dos días más hasta que haya un candidato que obtenga los dos tercios de los votos. Si el 10 de mayo no hay papa, se suspenderá un día las votaciones para la oración.
Si el candidato es elegido en la segunda votación de la mañana, la fumata saldrá en torno a las 12:00 horas, y si es elegido en primera, sobre las 10:30. Y si es en la segunda votación de la tarde, en torno a las 19:00 horas, mientras que si es en la primera puede ser a las 17:30.
La fumata blanca irá acompañada del repique de seis campanas en San Pedro. El nuevo papa, tras su elección, pasará a la sacristía de la Sixtina -comúnmente conocida como la sala de las lágrimas-, donde se vestirá de blanco eligiendo la talla que mejor se adapte a él, ya que habrá varias para elegir.