La Conferencia Episcopal Filipina ha salido en defensa del cardenal Luis Antonio Tagle. Y es que una Ong dedicada a la protección de víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia ha acusado al cardenal de “hablar con elocuencia” sobre este asunto, pero no haber actuado.
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“Desde su nombramiento a tiempo completo en la Curia Romana, el cardenal Tagle ya no tiene autoridad directa sobre ninguna diócesis de Filipinas. Por consiguiente, no participa en el gobierno ni en asuntos disciplinarios de las diócesis filipinas”, explica el Episcopado filipino en un comunicado.
Eneste sentido, “la responsabilidad de abordar las denuncias de mala conducta del clero recae en los respectivos obispos diocesanos o superiores religiosos”, aseveran. De hecho, Tagle, actualmente uno de los “favoritos” para convertirse en el nuevo Papa –que se elegirá en el cónclave que da comienzo este 7 de mayo–, dejó sus labores al frente de su obispado hace años, ya que lleva en la Curia romana desde el año 2019.
Todo comenzó cuando la Ong estadounidense Bishop Accountability, que documenta casos de violencia sexual en la Iglesia, puso en duda esta semana las capacidades de Tagle y del cardenal italiano Pietro Parolin para proteger a los menores.
El cardenal Luis Antonio Tagle en el Vaticano en una conferencia sobre los abusos sexuales en la Iglesia
“Participó activamente”
Ante ello, los obispos mantienen “su firme compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de todos los miembros de la Iglesia, especialmente de los más vulnerables”. “Seguimos buscando la orientación de la Santa Sede y colaborando con las autoridades civiles para garantizar que se haga justicia y que la Iglesia se convierta en un faro de esperanza y seguridad para todos”, han asegurado.
En este sentido, subrayan que, “reconociendo la gravedad del abuso sexual clerical”, la Conferencia Episcopal filipina inició la redacción de las Directrices Pastorales sobre Abusos Sexuales y Conducta Indebida por parte del Clero a principios de la década de 2000. “Estas directrices, publicadas en septiembre de 2003, se elaboraron para abordar las denuncias y los casos reales de abuso sexual y conducta indebida por parte del clero en Filipinas. Hicieron hincapié en la atención pastoral a las víctimas, la sanación de las comunidades, la evaluación de los acusados y las sanciones adecuadas para los infractores”, explican.
Así, añaden que, en particular, “el cardenal Luis Antonio Tagle, durante su mandato como obispo de Imus y posteriormente como arzobispo de Manila, participó activamente en el desarrollo e implementación de estas directrices”. Y es que “ha abogado constantemente por una Iglesia humilde y receptiva que escucha el clamor de los heridos y actúa con decisión para proteger a los vulnerables”.
