Luis Cabrera, el ‘papable’ que viene desde Ecuador

  • El purpurado franciscano es presidente del Episcopado ecuatoriano desde 2020 y participó en el Sínodo 2021-2024
  • Considera que el próximo Papa debe ser fiel “a Cristo, a la Iglesia y al mundo actual” para responder a los actuales desafíos

Cardenal Luis Cabrera

Entró en el último lote de cardenales creados por Francisco el 7 de diciembre de 2024. Por lo que Luis Gerardo Cabrera, de 69 años, arzobispo de Guayaquil, es el único cardenal ecuatoriano presente en el cónclave.



Este purpurado franciscano, oriundo de Azogues – región interandina del sur de Ecuador – ingresó a la Orden de Frailes Menores en 1975, hizo votos en 1982 y ordenó sacerdote en 1983.

Su ascensión comienza en 2009, cuando el entonces papa Benedicto XVI lo nombra arzobispo de Cuenca. Desde esta acera asume, en 2011, la vicepresidencia del Episcopado hasta 2014.

Luego en 2017 retorna a su puesto de vicepresidente, en ese periodo cumple un papel fundamental en los diálogos entre el Gobierno y sectores sociales durante las protestas de 2019.

Luis Cabrera

Gestiones que le valieron la presidencia del Episcopado desde 2020, cargo al que fue reelegido en 2023. Además formó parte del Sínodo 2021-2023 como presidente delegado.

El sucesor de Pedro

El cardenal Cabrera desde el Vaticano conversó con la cadena Univisión. Fue contundente al asegurar que “no estamos eligiendo al sucesor de Francisco, sino al sucesor de san Pedro”.

“La figura de Pedro es la que está en primer plano”, sostiene. Así bosquejó el perfil del primer Papa de la Iglesia: un hombre pecador ante la “grandeza y santidad de Jesús”.

También fue reprochado por el mismo Jesús, porque pensaba bajo criterios puramente mundanos, de hecho, “Pedro negó a Jesús, sin embargo, [el maestro] nunca le quitó su amor y confianza”.

Con todo ello, Jesús le encomienda la Iglesia, “le confió la misión de pastorear a su grey”. Por lo que concluye que la elección de un Papa parte de los criterios del Evangelio.

Fidelidad al Evangelio

Cabrera comentó que ya han comenzado las congregaciones generales como “una oportunidad para conocernos”. Tras ser consultado sobre la posibilidad de ser elegido Papa y sobre lo que cambiaría, prefirió no “hablar a título personal”.

Por lo que mencionó condiciones generales de quien ocupe el trono de san Pedro, por ejemplo, ser “fiel al Evangelio” como sus predecesores para que “Jesús esté en el corazón y en la vida” de la Iglesia.

Habló de tres fidelidades: a Cristo, a la Iglesia y al mundo actual, “son las que van a orientar para que el Papa que sea designado realmente sea aquel que responda a esas situaciones”.

Además señaló que hacer comparaciones “no es conveniente”, por ende, quien sea elegido Papa tendrá su propio estilo y dará continuidad a la misión, por supuesto, “cada uno tiene su propia personalidad, carisma”.

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