Vaticano

Y, en su tumba, ‘Franciscus’ se abrazará al fin al abuelo que emigró al “fin del mundo”

| 25/04/2025 - 15:24

  • La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha mostrado en una fotografía su sepulcro ya preparado
  • Mañana, después del funeral en San Pedro, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor





A última hora del 21 de abril, después de que esa mañana hubiera fallecido el papa Francisco, la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer su testamento. El mismo había sido escrito por el Pontífice hacía casi tres años, el 29 de junio de 2022, cuando, “sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena y con viva esperanza en la vida eterna”, quiso rubricar su última voluntad en cuanto al lugar de su entierro.



Y ahí no hubo sorpresas, pues Bergoglio ya había dicho en varias ocasiones que, en vez de en el Vaticano (donde descansan la inmensa mayoría de los papas), quería ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las principales de Roma y donde se custodia la ‘Salus Populi Romani’, icono mariano al que Francisco guarda una especial veneración desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires, cuando la visitaba cada vez que tenía que viajar a la Ciudad Eterna.

En tierra y simple

Pero, además de la Iglesia, el Papa dio instrucciones precisas en cuanto a su tumba, pidiendo que se situara “en el nicho del pasillo entre la Capilla Paulina (capilla de la ‘Salus Populi Romani’) y la Capilla Sforza de dicha basílica papal”. Además, “el sepulcro debe estar en la tierra; simple, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”.

A solo unas horas de que mañana se oficie su funeral en San Pedro y el cuerpo del Papa sea trasladado para su descanso eterno en Santa María la Mayor, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha mostrado hoy en una fotografía de su sepulcro, ya preparado.

Colas de cinco horas para dar el último adiós al papa Francisco

Así, vemos cómo, efectivamente, la lápida es simple y en ella figura una sola palabra: “Franciscus”. Ni siquiera se añade el “pontifex” que suele introducirse en todas las tumbas papales. Tampoco se incluye su nombre de pila, Jorge Mario Bergoglio, ni los años de nacimiento y muerte. Otro detalle esencial es que, en la parte superior, sobre la pared, se ha reproducido en grande la cruz pectoral que llevaba siempre el Pontífice.

El padre de su madre

Como ha confirmado el Vaticano, hay un detalle especialmente emotivo: la pizarra negra que rubrica su nombre en la lápida proviene de la región italiana de Liguria, de donde era originario su abuelo, Vincenzo Girolamo Sívori, que emigró en los años 70 del siglo XIX a Argentina, donde ya nació su hija Regina María Sívori, la madre de Bergoglio.

Cuando Bergoglio fue elegido papa, el 13 de marzo de 2013, antes de pedir que le bendijera el Pueblo de Dios, reconoció que “los hermanos cardenales han ido a buscarme al fin del mundo”. Allí donde, mucho antes, su abuelo emigró desde la Italia en la que él ha muerto y en la que volverá a ser semilla en la tierra.

Noticias relacionadas