Arzobispo mexicano sobre el papa Francisco: “He sido testigo de un hombre santo”

Rogelio Cabrera expresa su tristeza por el fallecimiento del Pontífice de quien -asegura- es “santo por su fe sencilla, su compasión sin límites, su valentía para reformar y su deseo de una Iglesia pobre para los pobres”

Rogelio Cabrera y el Papa

El ex presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, destacó sobre el papa Francisco, quien falleció el 21 de abril: “Puedo decirlo con certeza y gratitud: he sido testigo de un hombre santo“.



Rogelio Cabrera expresó su tristeza por el fallecimiento del Pontífice de quien -explicó- es “santo por su fe sencilla, su compasión sin límites, su valentía para reformar y su deseo de una Iglesia pobre para los pobres. Santo porque siempre le movió la virtud de la caridad en su interés por los que más sufren. Santo porque hizo del Evangelio su camino, de la misericordia su sello y de la sinodalidad su sueño para toda la Iglesia”.

Al dirigir un mensaje en sus redes sociales a los fieles de la Iglesia de Monterrey, señaló  que el Papa “fue un gran hombre y un santo pastor”; se dijo esperanzado pues “estoy seguro de que goza ya la vida eterna que anhelaba, y así nosotros hemos ganado un nuevo intercesor ante Dios”.

“Pude constatar de primera mano, su calidad humana, moral y sacerdotal”

El arzobispo Cabrera recordó que tuvo “la gracia de conocer al papa Francisco desde antes de que él fuera llamado al oficio de obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal. Desde entonces, pude constatar de primera mano, su calidad humana, moral y sacerdotal, su sensibilidad espiritual, su vida austera y su claridad evangélica que también eran evidentes para todos los que lo tratamos de cerca”.

Papa Francisco Consejo Presidencia CEM

Obispos de México con el papa Francisco. Foto: Conferencia del Episcopado Mexicano

Asimismo, detalló que cuando tuvo la oportunidad de encontrarse con el papa Francisco en Roma, “experimenté su cercanía, su profunda humildad y bondad inagotable. Siempre me sorprendió el tiempo generoso que me regalaba en nuestras conversaciones, en las que con mucha libertad me compartía sus pensamientos y escuchaba con atención lo que le compartía”.

“Por eso su muerte es especialmente significativa para mí y me toca profundamente: un gran pastor ha partido a la Casa Eterna del Padre y un amigo ha ido al encuentro de lo que tanto anhelaba”, añadió.

“Seguirá acompañando a la Iglesia como intercesor fiel”

Para el arzobispo Cabrera, el Pontífice “ha dejado una huella imborrable en la historia reciente de la Iglesia, y su pontificado ha sido un testimonio vivo de que el Evangelio aún puede renovarlo todo”.

Por lo anterior, pidió a los fieles de la Arquidiócesis de Monterrey “unirse al dolor, a la oración y a la esperanza de la Iglesia universal. Estoy convencido de que Dios, en su infinita misericordia, lo ha recibido ya en el Reino de los Cielos y desde ahí, poniéndolo en medio de todos los demás que han ocupado ese oficio, seguirá acompañando a la Iglesia como intercesor fiel”.

“En medio de un mundo complejo, el Espíritu Santo nos ha regalado en él a un profeta de la misericordia, a un sembrador de esperanza y a un testigo del amor de Cristo, siendo un faro de luz para nosotros. Que la Virgen de Guadalupe, a quien tanto quería, lo reciba en el cielo”, concluyó Cabrera.

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