Francisco, el Papa reformador: de la Curia al lugar de la mujer en la Iglesia

El Pontífice, fallecido ayer, pasará a la historia por su impronta reformadora

El papa Francisco, durante la vigilia penitencial previa a la II Sesión del Sínodo de la

El 13 de marzo de 2013, por la tarde, el cónclave emitió su veredicto. Jorge Mario Bergoglio fue elegido el pontífice número 266 de la historia de la Iglesia católica. Doce años después, Francisco, fallecido ayer, pasará a la historia como el Papa de las reformas: internas y externas, locales y globales.



1. La reforma de la Curia

La constitución apostólica ‘Praedicate Evangelium’ es el pilar de la reforma curial promovida por Francisco. El encargo de los cardenales era claro en las reuniones previas al cónclave y Francisco ha dado la vuelta a estructuras como las relacionadas con la economía o la comunicación. La centralidad de la evangelización o la apuesta por una Iglesia en salida que es hospital de campaña, imagen de la misericordia de Dios, están trastocando las instituciones vinculadas con la Santa Sede.

2. Una reforma con nombre de mujer

En octubre de 2023 y 2024 todas las mujeres presenten en el Sínodo pudieron votar. Por otro lado, en enero de 2021 entró en vigor una modificación del Derecho Canónico hecha por Francisco el pasado mes de enero para dar más protagonismo a la mujer facilitando el reconocimiento del acceso al electorado y el acolitado. Por citar solo dos detalles recientes.

El papa Francisco, durante la vigilia penitencial previa a la II Sesión del Sínodo de la

El papa Francisco, durante la vigilia penitencial previa a la II Sesión del Sínodo de la Sinodalidad

3. La reforma ecológica

La publicación en 2015 de la encíclica ‘Laudato si” supuso una cierta revolución, la primera carta de esta naturaleza de un pontífice dedicaba a esta cuestión presente desde la primera página de la Biblia. El desafío urgente de proteger nuestra Casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”, reclamaba entonces Bergoglio.

4. Una fraternidad revolucionaria

“Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad”, dijo el Papa en su primer saludo desde el Balcón de la basílica de San Pedro. Esta senda de la fraternidad se ha confirmado y consolidado con la encíclica ‘Fratelli tutti’, el viaje a Irak –en su día también el de Egipto o a la República Centroafricana– o la firma de la declaración de Abu Dabi.

5. Una nueva visión de los migrantes

“El primerísimo viaje fue aquel de Lampedusa. Un viaje italiano. No estaba programado, no había invitaciones oficiales. Sentí que debía ir”, confesaría Francisco en una libro entrevista con el periodista Andrea Tornielli al recordar su primer salida más allá de Roma. Una visita papal que se concentró en una hora y media en la que el Papa rindió homenaje con una corona de flores a las víctimas del Mediterráneo, conversó con un grupo de inmigrantes que contaron su travesías y experiencia en el mar y en sus países de origen, agradeció en trabajo de los voluntarios y celebró la misa en un altar y junto a una cruz construidas con los restos de las barcazas naufragadas… Una auténtica premonición de la lucha contra la indiferencia del fenómeno migratorio que ha marcado el pontificado desde los primeros compases. 

6. Hacia el fin del clericalismo

Afrontando la herida abierta por los casos de abusos, especialmente a menores y personas vulnerables, el papa Francisco ha denunciado el clericalismo que se cuela de raíz en tantos estamentos de la Iglesia. En la apertura del Sínodo de los jóvenes habló del clericalismo como “una perversión raíz de muchos males en la Iglesia” ante la cual hay que “pedir humildemente perdón y, sobre todo, crear las condiciones para que no se repita”.

7. El poder reformador del encuentro

Frente al descarte, Bergoglio ha sido un apóstol de la cultura de la acogida y la acogida incondicional. La propuesta de un Pacto Educativo Global, una nueva propuesta económica mundial o acuerdos con el de China están inspirados por esta convicción.

8. La paz como camino

Francisco en este tiempo ha, incluso, dejado alguna modificación en el Catecismo de la Iglesia católica, en concreto el número 2.267 que se refiere a la pena de muerte quedando de la siguiente manera: “La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo”. El Papa argentino ha sido la conciencia internacional en lo que se refiere al desarme nuclear, la trata de personas o las guerras olvidadas… Y siempre ha tenido en el corazón a Gaza y Ucrania.

Noticias relacionadas