“¡Hoy Jesucristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado!”. Con este anuncio arranca el mensaje que, como presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha compartido hoy Luis Argüello.
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En su reflexión pascual, el arzobispo de Valladolid hace un llamamiento a “abrir espacios de acogida, de cuidado, de fraternidad, de amistad civil y social”, así como promover “escuchar a los otros” y “descubrir puntos de encuentro en común porque Él ha resucitado”.
Alegría y esperanza
Para el prelado, “la herida de su costado permanece definitivamente abierta y por ella fluye un manantial de vida nueva, de alegría y de esperanza”, en medio de “las situaciones de sufrimiento de tantas personas de la realidad de conflictos y de violencias”. “Él está con nosotros y camina a nuestro lado”, subraya Argüello.
De la misma manera, presenta a Cristo como “el siervo sufriente” que “nos enseña que es posible hacer del servicio del lavatorio de los pies, incluso del propio sufrimiento, una llave que abre tesoros escondidos en nuestro propio corazón y en las relaciones con los otros”.
A la par, el presidente de los obispos reivindica “una mesa de permanente comunión y de reconciliación” desde la presencia de Jesucristo “como Buen Pastor”, que es capaz de coger “en sus hombros a quien está perdido, despistado, herido o confundido en el camino”. En esta misma línea, Argüello ofrece aliento a quienes están atravesando “conflictos en la vida familiar y social” con el fin de descubrir en el Resucitado “la puerta del encuentro”.