La Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española ha publicado este lunes un comunicado con motivo del Día Internacional en Memoria de las Víctimas de la Shoah. Justo hoy se cumplen 80 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, un hito histórico que invita a la humanidad a recordar el horror del Holocausto.
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Bajo el título Hagamos memoria de cómo inició todo, el escrito insta a reflexionar profundamente sobre las causas y consecuencias de la Shoah. La Subcomisión anima a trabajar por el respeto de la dignidad humana en todas las circunstancias y a rechazar firmemente cualquier acción que vulnere el derecho a la libertad religiosa en nuestra sociedad.
Para los pastores, este aniversario “nos recuerda el horrible exterminio de millones de judíos y personas de otras confesiones que fueron víctimas de la ideología y de la barbarie capaces de aniquilar a la humanidad traspasando las fronteras del odio y la violencia”.
El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo de exterminio de Auschwitz, un lugar que simboliza el mayor genocidio de la historia moderna, en el que millones de judíos y otras víctimas fueron asesinados. El comunicado de la Subcomisión destaca las palabras del papa san Juan Pablo II en 1998, quien afirmó que la Shoah es una “mancha imborrable en la historia de la humanidad“.
Asimismo, el texto recuerda la advertencia del papa Francisco en 2021, quien instó a “recordar cómo inició este camino de muerte, exterminio y brutalidad“, alertando que ideologías similares podrían resurgir si no se reconocen y enfrentan las señales de intolerancia y odio. De forma literal exponen que “el ser humano es olvidadizo y tiende a repetir sus errores minando las posibilidades de un futuro de paz y fraternidad”.
Un llamado al compromiso y a la memoria
El comunicado también cita al papa emérito Benedicto XVI, quien, en su visita a Auschwitz en 2006, elevó un mensaje de arrepentimiento y esperanza, subrayando que la violencia nunca crea paz, sino que alimenta una espiral de destrucción.
En esta línea, la Subcomisión reafirma su compromiso con la memoria de las víctimas de todos los genocidios a lo largo de la historia. Llama a la sociedad a reflexionar sobre los valores de respeto, dignidad y libertad religiosa como pilares fundamentales para evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse.
En su texto, los obispos llaman a “decir un no rotundo a cualquier medida que pueda vulnerar el derecho a la libertad religiosa en nuestra sociedad”.
