Como es habitual, el papa Francisco ha cerrado la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos rezando las vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros en el día de la celebración de la Conversión del apóstol titular del templo. En este año Jubilar, el pontífice ha vuelto a lanzar su disposición para fijar una fecha única de celebración de la Pascua en oriente y occidente, “una fecha de unidad”, ha definido Francisco.
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El camino de la unidad
Con representantes de las Iglesias cristianas y diferentes grupos y promotores del ecumenismo, el Papa resaltó que “es importante rezar juntos, y vuestra presencia aquí esta tarde es motivo de alegría”. En su homilía ha presentado a Jesús como el portador de la esperanza en medio de las dificultades de la vida, como quien “nos da la fuerza para retomar el camino, para recomenzar”. Algo que pasa también con la tarde del diálogo y la colaboración cuando parece que “no tienen esperanza, están casi destinados a la muerte”.
Ante el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, asamblea que “se comprometió a preservar la unidad de la Iglesia en un momento muy difícil”, el Papa recordó el Credo aprobado como “una profesión de fe común, que va más allá de todas las divisiones que en el curso de los siglos han herido el Cuerpo de Cristo”. Por ello, propuso que se convierta en una oportunidad para descubrir las raíces comunes de la fe y a custodiar la unidad.
En este año Jubileo y con este aniversario, Francisco propuso “perseverar en el camino de la unidad” y ya que este 2025 coincide la fecha de la pascua tanto para católicos como ortodoxos, el Papa reclamó que “esta coincidencia sirva de llamada a todos los cristianos a dar un paso decisivo hacia la unidad, en torno a una fecha común para la Pascua”. “Es el momento de confirmar nuestra profesión de fe en el único Dios y de encontrar en Cristo Jesús el camino hacia la unidad”, añadió.