El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) ha expresado su solidaridad con la Iglesia y el pueblo haitiano, que pasa por una ola de violencia de las bandas criminales.
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Seis monjas con otras personas fueron secuestradas en Puerto Príncipe, por ello, los obispos del Celam han remitido una carta a su hermano y colega Max Leroys Mésidor, arzobispo de Puerto Príncipe y presidente del Episcopado, para expresar su cercanía a la comunidad religiosa afectada y a sus familiares.
Se han unido a la jornada de oración, convocada por la Iglesia de Haití por la liberación de las religiosas y de todos los secuestrados, toda vez que han invitado a las 22 conferencias de obispos a sumarse a esta cadena de solidaridad por “las luchas cotidianas por la paz social y mejores condiciones de vida en ese querido país”.
“Nos unimos a ustedes en el pedido a los secuestradores por la libertad de estos hermanos y hermanas que han consagrado su vida al bien del pueblo haitiano y cuya dignidad es siempre superior a todo conflicto o intereses particulares”, añadieron.
Un nuevo llamado
El episcopado haitiano y la conferencia de religiosos han repudiado una vez más “el flagelo del secuestro”, que causa “consternación entre todos los ciudadanos de buena voluntad; deshonran a sus autores y empañan la imagen de nuestro país afligido por tantos males repetidos”.
Han exigido a los bandidos liberen a todos los secuestrados que “¡dejen de pisotear la dignidad inalienable de los hijos de Dios! Que dejen de violar los derechos de la población a circular libre y segura dentro de su país”.
Asimismo han invitado a las autoridades a “tomar las medidas necesarias” para erradicar “estas prácticas despreciables y criminales que contaminan esta tierra sagrada que Dios nos ha dado”.
“Escuchamos gritos, lamentos y lágrimas amargas en Puerto Príncipe, en Artibonite en el noroeste y en casi todo el país. El barco nacional está realmente a la deriva. Es urgente solucionarlo”, lamentaron.
Foto: EFE
