El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, atacó de nuevo a la Iglesia católica en ese país al declarar en un acto público que nunca ha tenido respeto a los obispos ni cree en ellos.
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Al presidir la graduación de un grupo de cadetes de la Policía Nacional, el mandatario confesó que, desde niño, aunque tuvo fe, admiración y respeto por Jesucristo, no podía confiar en los sacerdotes, ni en los obispos, que eran incapaces de condenar los crímenes que se cometieron durante el gobierno de Anastasio Somoza.
“¡Imagínense –reprochó– a un tirano, a un asesino lo enterraron con honores de príncipe de la Iglesia!. Yo nunca les tuve respeto a los obispos, no podía creer en los obispos”, dijo, aunque reconoció su cercanía con el sacerdote español Gaspar García Laviana, quien tomó las armas contra la dictadura de los Somoza.
Según la transcripción del discurso, la cual fue difundida este 20 de diciembre, Ortega destacó el papel de los jefes policiales que reprimieron las protestas desatadas en Nicaragua desde 2018, e incluso, calificó de “héroe” a Ramón Avellán, considerado el verdugo de la dictadura orteguista, acusado por el asesinato de 107 opositores.
Cuatro años de persecución
Cabe mencionar que la persecución contra la Iglesia católica arreció hace cuatro años luego de que ésta denunciara los abusos que el gobierno estaba cometiendo contra los opositores y protegiera dentro de los templos a algunos manifestantes que estaban en contra de las reformas al sistema de seguridad social.
Ortega se refirió a los sacerdotes como “fariseos”, “sepulcros blanqueados” y “somocistas”, tanto por apoyar -dijo- el gobierno de Somoza, como a quienes se manifestaron contra su gobierno a partir de abril de 2018.
El capítulo más reciente de esta persecución contra la Iglesia ocurrió en agosto de este año, cuando la policía arrestó al obispo Rolando Álvarez, a otros siete sacerdotes y a dos colaboradores por considerarlos “golpistas” y “terroristas”.
Cabe mencionar que la semana pasada la Dirección de Prensa del Complejo Judicial de Managua, informó que sobre el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, pesa una acusación por “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.
Durante su discurso Ortega no se refirió al proceso judicial que pesa sobre el obispo de Matagalpa, quien tendrá audiencia inicial el próximo el 10 de enero de 2023.
