Se lanzó la nueva Red Eclesial en el Cono Sur

En este encuentro se analizarán las amenazas más serias: deforestación, degradación, contaminación ambiental, desequilibrios de los ecosistemas y atropello de los derechos

Comenzó la reunión de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG) con la participación de representantes eclesiales de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El encuentro se desarrollará hasta el miércoles.



Frente a los grandes problemas que amenazan el territorio, como la deforestación y degradación ambiental, la contaminación ambiental, el desequilibrios de los ecosistemas y la vulneración de derechos, surge esta red para articular voluntades y actuar en forma conjunta con el objetivo es defender y preservar la riqueza natural y cultural de América del Sur.

Durante estas jornadas, los referentes de cada país analizarán un mapeo-diagnóstico regional realizado en los territorios, para luego consensuar los compromisos para los próximos años.

Algunas voces de la Red

En este primer día de encuentro varias voces perfilaron, tanto las prioridades como las expectativas, que se abordarán en los intercambios.

La delegada de Paraguay, Margot Bremer, religiosa que trabaja en la pastoral indígena, indicó: “La existencia de esta red me da mucha esperanza, partimos del tema de agua, como elemento vivencial, elemental de vida, unida a otra región que está condicionada por la escasez del agua, como es el Chaco”.

Por su parte, Paulina Cuevas, referente del pueblo guaraní de la zona de Villa Monte y delegada de Bolivia, señaló que en el tema de acuífero, siempre “hemos venido luchando y trabajando el tema del cuidado de los pulmones del mundo, y más aún la protección del líquido vital que es el agua“.

Ernesto Stahringer, miembro del Instituto De Cultura Popular – INCUPO, de la ciudad de Reconquista (provincia de Santa Fe y uno de los delegados por la Argentina, manifestó su expectativa porque la Iglesia puede asumir el rol de enriquecer la vida de las comunidades: “Es muy poderoso cuando el pueblo de Dios, con su forma de organizarse en Iglesia, potencia todas las vivencias de la gente, de las comunidades, de la sociedad. Tenemos mucha expectativa en positivo, hacia futuro”.

Apoyo del CELAM

La REGCHAG asume el rol de enriquecer la vida de las comunidades, sumándose a otras entidades del continente que ya emprendieron esta misión desde hace algunos años.

El presidente del CELAM, Miguel Cabrejos Vidarte ofm, celebró con alegría y esperanza este lanzamiento por responder al desafío de proteger la casa común. El nacimiento de esta iniciativa, que continúa el camino que inició el Sínodo de la Amazonía y que propone la escucha de los pueblos y el clamor de la tierra, será “un himno de alabanza, expresado en el cuidado de las personas, sus comunidades y los bienes naturales, hoy desafiados por múltiples procesos que los excluyen y dañan, a veces de modo irreparable”.

Recordó que esta reunión es fruto de un largo camino de diálogo y discernimiento, con sólidos cimientos y construidos con espíritu fraternal. Además se trabajó en conocimiento de los territorios, reuniendo conocimiento científico, religioso, y sabiduría ancestral de los pueblos originarios y criollos para contribuir a los desafíos pastorales de la Iglesia en ese territorio.

Les pidió que recuerden, no sólo lo que el Santo Padre enseña en Laudato Si, 11: “una ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano”, sino también la inmensa riqueza del proceso de inculturación del Evangelio ya que allí encontrarán abundantes subsidios para alimentar la acción.

Los sueños de ‘Querida Amazonía’

El arzobispo de Trujillo también aseguró que esta Red es parte de un proceso universal y permanente de nuestra Iglesia: ser cada vez más pueblo de Dios en camino. Y elogió el compromiso asumido para trabajar en los cuatro sueños que propuso el papa Francisco en ‘Querida Amazonía’, y que propone un mundo diferente al que desarrollan Estados y corporaciones en el sistema del poder global.

Mencionó entonces el sueño social: una humanidad comprometida con los derechos y la dignidad de los más vulnerables; el sueño cultural para preservar la enorme riqueza cultural que exalta la belleza y la creatividad humanas; el sueño ecológico para que cada pueblo custodie celosamente la abrumadora hermosura natural de la tierra y la vida; y el sueño eclesial en el que todas las comunidades, religiones o espiritualidades sean capaces de entregarse y de encarnarse en el mundo, para regalar nuevos rostros eclesiales a la toda la humanidad.

Finalmente, el obispo franciscano destacó como un fuerte signo de futuro y esperanza que hayan elegido a la ciudad de Santa María de la Asunción, madre de comunidades y nuevos pueblos y del proceso de inculturación del Evangelio en los pueblos indígenas y campesinos, y que hayan previsto concluir su intercambio de conversaciones y diálogos a los pies de Nuestra Madre en el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, patrona del Paraguay y venerada en toda la región.

Por su parte, Mauricio López, director del Centro de Redes y Acción Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, habló de la erupción de un nuevo sujeto eclesiológico territorial. Comentó que desde hacer hace unos años se ha dado todo un movimiento que ha generado vida, posibilidades y respuesta a los “grandes signos de muerte” en territorios y biomas de todo el planeta.

Como ha ocurrido con otras redes,  López señala que este dinamismo eclesial muestra los “buenos signos del Espíritu”, que irrumpe, que ayuda a buscar nuevos modos que responden a una conversión pastoral, socio-ambiental, cultural y eclesiológica.

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