El Vaticano jubila a un obispo denunciado por obligar a dos jóvenes a desnudarse durante una confesión

Michel Santier ejerció su ministerio en las diócesis de Lucon y Créteil

El pasado domingo, durante la misa que celebraba en la catedral de Créteil, el obispo Dominique Blanchet leyó un comunicado: su predecesor, Michel Santier, habría cometido durante la década de 1990 “actos susceptibles de apropiarse la justicia canónica de la Iglesia”. Concretamente, según revela La Croix, “abuso espiritual con fines sexuales”, en los que el obispo emérito habría obligado a dos jóvenes a desnudarse durante la confesión.



Los actos, para los cuales la Congregación para la Doctrina de la Fe interpuso medidas disciplinarias en 2021 y que han sido revelados primero por el semanario Golias y, ahora, confirmados por la Iglesia francesa, tuvieron lugar en la diócesis de Coutances y Avranches, en la que Santier, perteneciente a la Renovación Carismática, era párroco durante los años 90 y donde dirigía la Escuela de Fe, una formación que para jóvenes de 18 a 30 años.

Vida retirada

Desde que tuvieron lugar los hechos, denunciados por dos hombres jóvenes el pasado 2019, hasta que el Vaticano retiró a Santier, este fue obispo en dos diócesis distintas: Lucon (2001-2007) y luego en Créteil (2007-2021). Mientras Michel Aupetit, arzobispo de París –provincia eclesiástica a la que pertenece la diócesis de Crèteil– tramitaba la investigación, Santier enviaba al papa Francisco su renuncia, como todos los obispos, al haber cumplido los 75 años. El Papa la aceptó, pero su salida de la diócesis no se hizo efectiva hasta enero de 2021.

Por otro lado, la sanción del Vaticano ha impuesto a Santier una vida retirada de “oración y penitencia”, y, desde principios de 2022, vive en la abadía de Saint-Sauveur-le-Vicomte (Manche), donde ejerce de capellán de las Hermanas de Santa María Magdalena Postel y visita a los sacerdotes ancianos.

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