Benedicto XVI, llamado a declarar por un tribunal alemán por un caso de abusos

Joseph Ratzinger era arzobispo de Munich y Freising en el momento en el que la víctima sitúa los hechos

El Tribunal Regional de Traunstein, en Baviera, ha solicitado la declaración del papa emérito Benedicto XVI por una demanda presentada por un hombre de 38 años que alega haber sufrido abusos por parte de un sacerdote cuando era niño, según ha confirmado la portavoz del tribunal, Andrea Titz.



La demanda no solo se ha puesto contra Benedicto XVI, cuando era arzobispo de Múnich y Freising, sino también a su sucesor, el cardenal Friedrich Wetter.

“Los acusados tienen la oportunidad de indicar su disposición a defenderse en un plazo de dos semanas, tras lo cual tienen cuatro semanas, es decir un mes, para responder“, ha explicado Titz en declaraciones recogidas por Europa Press.

La llamada acción declaratoria no es un proceso penal, pero sí puede establecer culpabilidad de la Iglesia en casos de abuso. En este sentido, que el tribunal haya incoado ahora unas diligencias preliminares por escrito no supone “ninguna valoración de fondo sobre las perspectivas de éxito del recurso por parte del tribunal”, ha subrayado la portavoz del tribunal.

“La cuestión de si la pretensión declaratoria existe a pesar de la prescripción de las posibles reclamaciones de daños y perjuicios o de indemnización por daños y perjuicios solo es objeto del procedimiento posterior”, ha explicado.

Petición de perdón

A principios de este año, un informe del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW) señalaba que Joseph Ratzinger como culpable de no haber reaccionado en cuatro casos de sacerdotes abusadores. Concretamente, el informe indicaba que durante su etapa como arzobispo de Múnich, Ratzinger estuvo en una reunión en la que se reasignó a la labor pastoral a un sacerdote que había abusado de niños.

El Papa emérito ha expresado su petición de perdón a las víctimas, pero negó en todo momento haber encubierto los abusos por parte de sacerdotes. “He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia católica. Mi dolor es aún mayor por las ofensas y los errores que se produjeron durante mis mandatos y en los lugares correspondientes”, escribió en un comunicado.

“Me ha impactado profundamente que el despiste haya sido utilizado para dudar de mi sinceridad e incluso para presentarme como un mentiroso”, añadía también atribuyendo a un “despiste” el haber negado en un principio su asistencia a una reunión en 1980 cuando era arzobispo de Munich para decidir si un sacerdote acusado de abusos a menores continuaba con sus labores pastorales.

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