El Papa, a los jóvenes: “No necesitáis ser superhéroes, sino personas sinceras”

En su discurso a un grupo de representantes de la juventud belga, Francisco invita a “no tener miedo de aceptar la fragilidad y debilidad” ni tampoco de afrontar las crisis, que “hacen crecer”

Los jóvenes “no deben tener miedo de aceptar su fragilidad y debilidad”, ya que “no necesitan ser superhéroes, sino personas sinceras, verdaderas y libres”. Ese es el mensaje principal que dejó el papa Francisco a los participantes en la Peregrinación de Jóvenes de Bélgica, a los que recibió este lunes en el Palacio Apostólico del Vaticano. También les habló de las crisis, animándoles a afrontarlas sin temor porque “hacen crecer” al ponerte frente a situaciones en las que “debes resolver problemas”. Las crisis, en cualquier caso, no deben confundirse con los conflictos: mientras que éstos “te cierran”, las primeras “te hacen crecer”.



Tras celebrar la “audacia de la fe” de los jóvenes y sus esfuerzos para ofrecer un testimonio cristiano en medio de una sociedad “cada vez más secularizada”, el Pontífice les dijo que no eran sólo el futuro, sino también el presente de la Iglesia. Esta “necesita vuestra generosidad, vuestra alegría, vuestra voluntad de construir un mundo diverso, empapado de los valores de la fraternidad, la paz y la reconciliación”.

“Embajadores” de la JMJ en Portugal

Los representantes de la juventud belga a los que recibió el Papa son “embajadores” de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en agosto del año que viene en Portugal. “Os invito a cultivar la cercanía con todos los jóvenes, en particular a los que viven en situaciones precarias, a los jóvenes de la calle, sin olvidar a los demás, especialmente a los que tienen una vida de soledad y de tristeza”, destacó Jorge Mario Bergoglio.

Retomando algunos de los temas tratados en otros discursos anteriores a jóvenes, Francisco destacó cómo estos tienen “sed de una Iglesia verdadera y auténtica” e invitó a los presentes a preguntarse lo que cada uno hace para construir “una comunidad cristiana alegre”. “La alegría debe estar siempre, porque los cristianos con cara de funeral no funcionan, no son cristianos”, dijo, subrayando más adelante la importancia de dialogar con los ancianos, a los que consideró “las raíces”. También les invitó a ser “artesanos de paz a vuestro alrededor y también dentro de vosotros”.

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