Viaje exprés a Roma del ministro de Exteriores, ¿con la reforma de los acuerdos Iglesia-Estado de fondo?

José Manuel Albares se ha reunido con su homólogo vaticano, Paul Richard Gallagher, según ha podido conocer Vida Nueva

José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha reunido hoy, según ha podido saber Vida Nueva, con la cúpula vaticana en un viaje exprés de ida y vuelta a Roma. En concreto, ha sido recibido por el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.



O lo que es lo mismo, Albares se ha citado con el que sería su homólogo, el ‘ministro’ vaticano de Exteriores. Aunque durante la conversación a buen seguro intercambiaron pareceres sobre la crisis ucraniana, el objetivo de la visita podría ser otro: abrir oficialmente el melón para revisar los acuerdos Iglesia-Estado.

Según la nota de prensa facilitada por Exteriores, se asegura que los temas abordados son “la agresión a Ucrania, el papel de la Unión Europea, la importancia del multilateralismo y la agenda social y la situación política en América Latina, entre otras cuestiones”. Y entre “esas cuestiones” desde el equipo de Albares aseguran que no estaría el mal llamado ‘concordato’.

En cualquier caso, desde comienzos de la legislatura, el Gobierno se había marcado como objetivo una reforma quirúrgica de los acuerdos entre la Santa Sede y España. Aunque oficialmente a estos cambios se le denomina ‘denuncia de los acuerdos’, desde Moncloa se evita este término por las connotaciones negativas que genera. 

Cuatro décadas de Acuerdos

En estos más de cuatro décadas de vigencia de este marco legal de relaciones, se han dado algunas modificaciones, pero han sido tan precisas que, más allá del visto bueno vaticano, no han exigido una intervención directa.

Sin embargo, al parecer, el objetivo de Moncloa de abanderar un nuevo concepto de “laicidad” del Estado sí les llevaría a tocar algunos pilares de los acuerdos que requerirían, no solo de la intervención de la Conferencia Episcopal, sino directamente de la Santa Sede.

De hecho, expertos eclesiásticos ya habrían advertido al ala socialista del Ejecutivo de coalición que su pretensión laicista no sería aceptable por el Vaticano en tanto que vulnerarían los principios básicos de la libertad religiosa, algo que hasta la fecha no habría propuesto ningún otro país.

Negociaciones internacionales

Por este motivo, la presencia de Albares sería más que pertinente, en tanto que el asunto se escaparía de las competencias del ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

Aun siendo este el máximo responsable de las relaciones del Gobierno con los obispos, el carácter internacional de los acuerdos Iglesia-Estado hace que la negociación tampoco corresponda al presidente del Episcopado, el cardenal Juan José Omella, sino directamente a Roma.

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