Omella y Argüello ya se han reunido con Gabilondo para “colaborar” con su comisión antiabusos

  • El presidente y el secretario general afirmaron al Defensor del Pueblo que responderán a las “peticiones concretas” que se les haga
  • “Se hablan de cientos de casos, pero no de cientos de miles como algunos esperaban”, sentencia el portavoz de los obispos

La cúpula de la Conferencia Episcopal se ha reunido ya con el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, con motivo de la comisión antiabusos que el político socialista lidera bajo encargo de Moncloa y del Congreso de los Diputados. Así lo desveló esta mañana el secretario general del Episcopado, Luis Argüello, durante la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente celebrada entre este martes y miércoles en Madrid.



Tal y como comentó, a la reunión con Gabilondo acudió junto al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella. “Todavía no se nos ha solicitado una colaboración concreta”, expresó el portavoz de los obispos. Aun así, desvelaron al Defensor del Pueblo que no formarán parte “institucionalmente de la Comisión”, pero sí responderán a “las peticiones concretas” tanto si pasan por abrir “nuestros archivos” como desde otro tipo de colaboración.

Valoraciones emocionales

Sobre las recientes declaraciones de Gabilondo en las que habló de falta de “entusiasmo” de los obispos ante la puesta en marcha de la comisión, prefirió no entrar en lo que considera “valoraciones emocionales”.

Sobre la marcha de la auditoría externa encargada al bufete Cremades&Calvo-Sotelo, comentó que “cuando pase el año veremos si han cumplido el plazo o nos piden una prórroga”. En cualquier caso, subrayó el ingente trabajo del despacho en tanto que están visitando cada una de las 70 diócesis y 400 congregaciones, “de las que posiblemente sean visitables unas 200”. Argüello explicó que “hemos querido garantizar la independencia del despacho y solo hemos tenido reuniones técnicas para facilitar su trabajo”.

Iglesia sentenciada

En relación a la cifra de casos que pueden desvelarse, apuntó que “se habla de cientos de personas, pero no de cientos de miles como algunos hubieran esperado: la situación es igualmente dramática”. Al paso, reconfirmó que anualmente se presentará un informe elaborado a partir de los datos de todas las oficinas diocesanas y anunció que el 14 y 15 de octubre habrá un encuentro con los responsables de las oficinas y de las congregaciones religiosas.

En una nueva reflexión sobre esta lacra, apuntó que “todos los informes recientes dicen que el problema de abusos de menores crece y que es un problema de primera y extraordinaria magnitud”. “La Iglesia se siente concernida y por eso ha tomado medidas”, añadió justo después. En este sentido, compartió que cuando se mira a la Iglesia, “a veces sufrimos una especie de pretensión de pena de muerte”.

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