Argentina: reubicaron los restos del beato Artémides Zatti

Los restos mortales del futuro santo fueron depositados en una urna en la parroquia Don Bosco de la diócesis de Viedma, en la provincia de Río Negro

A días de conocerse la fecha de canonización de Artémides Zatti, la congregación salesiana reubicó en una nueva urna los restos del beato. También retiraron algunas reliquias para enviarlas al p. Pier Luigi Cameroni, sdb, postulador de la Causa en Roma.



La parroquia Don Bosco de la ciudad de Viedma fue la sede de esta celebración presidida por Esteban Laxague, sdb, obispo de Viedma, y concelebrada por Darío Perera, sdb, Inspector de Argentina Sur, y el vicepostulador de la causa, Pedro Narambuena, sdb.

Estuvieron presentes religiosos de la comunidad salesiana de Viedma, y miembros de la comunidad patagónica de las Hijas de María Auxiliadora: las religiosas Elsa Beraldi y Estela Herlein, ambas testigos de la presencia de Don Zatti en el sur del país. Además, concurrieron referentes de la comunidad parroquial y animadores del Batallón 34 de los Exploradores de Don Bosco.

El pariente de los pobres

Narambuena comentó que se procedió, a la luz de la Palabra de Dios y de la Constituciones Salesianas, a la apertura del ataúd que se había lacrado cuando se hizo el reconocimiento de los restos para la celebración de la beatificación.

Con respecto a la celebración manifestó que se fue la expresión de un camino espiritual, en un clima de alegría, oración y reflexión, con el rezo de salmos y canciones. El vicepostulador señaló: “Fue una celebración que nos invitó a renovar nuestra respuesta a Dios, viviendo nuestra vida bautismal en la alegría y el servicio generoso a Jesús en los hermanos más pobres y necesitados”.

Luego recordó palabras del futuro santo que canonizará el papa Francisco: “A Jesús hay que darle lo mejor”, y  estimó que con esta hermosa expresión siguen “expresando nuestra gratitud a Dios, por el gran don de la Santidad de Don Zatti, llamado por la comunidad ‘El pariente de todos los pobres’”.

Finalmente, Narambuena aseveró: “Desde esta tierra patagónica, tan querida y soñada por nuestro Padre Don Bosco, nos sentimos bendecidos y llamados a seguir dando vida a sus sueños. Sentimos fuerte el desafío que nos plantea hacer memoria y ver la obra de Dios en nuestros hermanos salesianos de la primera hora, a responder con creatividad y audacia como supieron hacerlo ellos en su momento”.

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