El agustino Nicolás Castellanos, obispo emérito de Palencia y quien, tras 13 años, renunció en 1991 para marcharse como misionero a Bolivia, ha recibido en la mañana de este 15 de julio, en Valladolid, la Medalla al Mérito Profesional de Castilla y León.
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Una distinción que, como se recoge en el propio Boletín Oficial de Castilla y León, se le ha concedido por “su trabajo en favor de la paz, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos y la cooperación internacional para el desarrollo”. Así, estamos ante “un hombre comprometido que ha dedicado toda su vida a ayudar a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.
Proyecto de humanización de Jesús
En su alocución, Castellanos, quien se ha mostrado “profundamente emocionado”, ha llamado a la sociedad a comprometerse en “el proyecto de humanización de Jesús de Nazaret, que se basa en la dignidad, la libertad y el amor”.
En este sentido, ha pedido “poner sobre la mesa el problema de todos los empobrecidos”, que es “planetario” y significa “una ignominia para la humanidad”.
Nicolás Castellanos recibe la Medalla al Mérito Profesional de Castilla y León acompañado de Mons. Manuel Herrero, OSA, obispo de Palencia, Carlos Alonso, OSA, secretario provincial, y hermanos agustinos de la comunidad de Valladolid. #HombresNuevos #Agustinos #OSA pic.twitter.com/59T2uZCKat
— Agustinos (@OSA_Agustinos) July 15, 2022
Otra Bolivia es posible
Frente a ello, él mismo ha demostrado que “otra Bolivia es posible”. Así, gracias a su Proyecto Hombres Nuevos, implementado en santa Cruz de la Sierra, han dado la vuelta a la situación: “Cuando llegamos, el 40% vivían en la miseria y el 60% en la pobreza”. Hoy día, en ese barrio hemos hecho diez escuelas, cinco iglesias, tenemos una facultad de teatro… Hemos demostrado que hay que echar puentes de la periferia al centro, no al revés. Gracias a unos resultados fabulosos, hemos visto cómo el centro también ha querido acercarse a las periferias”.
En el acto, el homenajeado ha estado acompañado del también agustino Manuel Herrero, actual obispo de Palencia; de Carlos Alonso, secretario provincial de la Orden de San Agustín; y de compañeros de su congregación en la capital pucelana.
