Juan Carlos Cárdenas sugiere al nuevo presidente de Colombia ampliar su concepto de “lucha por la vida”

El presidente de la Comisión de Comunicación del Episcopado colombiano habla con Vida Nueva tras elección de Gustavo Petro

Juan Carlos Cárdenas, presidente de comisión espiscopal de comunicaciones en Colombia

Gustavo Petro ha llegado a la Casa de Nariño tras ganar las elecciones por tres puntos porcentuales a su contendor, Rodolfo Hernández. La Iglesia colombiana desde el inicio de la campaña ha fungido de garante para mantener el ambiente electoral en paz.



Ya reconocido el nuevo mandatario, cuál será el rol de la Iglesia en esta nueva etapa de la historia, cuando un partido de izquierda llega al poder en 200 años de historia republicana. Vida Nueva conversó con Juan Carlos Cárdenas, obispo de Pasto, departamento de Nariño al suroccidente del país y presidente de la Comisión de Comunicación de la Conferencia de Obispos.

El prelado escribió una carta, sin destinatario definido, el viernes, 17 de junio, pero dirigida a ambos candidatos. Ya conocidos los resultados, hizo una serie de recomendaciones puntuales a Petro.

La otra Colombia

PREGUNTA.- ¿Qué le diría a Gustavo Petro ahora que tiene los destinos del país y que usted no haya contemplado en su mensaje?

RESPUESTAS.- “Viendo los resultados, si bien son claros e incontestables desde el punto de vista democrático, le digo al señor Presidente que no olvide que los porcentajes muestran que seguimos atrapados en la polarización. Es urgente romper esto generando espacios de encuentro, de diálogo, de escucha, teniendo en cuenta a la ‘otra Colombia’ que no votó por él, es una urgencia. La campaña electoral tuvo episodios que ahondaron mucho más las ‘grietas’. Es necesario sanar heridas, incluir.

En segundo lugar, le diría al señor Presidente que para el lema de su campaña ‘Colombia potencia mundial de la vida’ es esperanzador, pero hay que ampliar el concepto, incluyendo a todos quienes creemos que se debe pensar en toda vida (la casa común), en todas las vidas (desde el primer instante de su concepción hasta el último momento de existencia natural y en la mitad los niños, los jóvenes, las mujeres, los campesinos y comunidades étnicas, los migrantes, las víctimas), y en ‘toda la vida’ (mirar al ser humano integralmente, corporeidad y espiritualidad). Esto pasa por generar condiciones de dignidad para las mujeres gestantes, que no se sientan solas sino acompañadas; y también por ofrecer a las personas en las etapas finales de su vida la posibilidad de ser cuidadas “sin ensañamiento” hasta el momento final”.

Siempre dar cara a la gente

P.- ¿Qué le ha parecido el discurso del presidente Petro tras conocer el resultado?

R.- “En principio ha sonado su mensaje en tono conciliador, buscando puntos de contacto con quienes tienen otra visión de país. En ese sentido, vale la pena recordar las palabras del Papa Francisco en plena crisis pandémica: de la crisis salimos juntos, porque todos estamos en la misma barca. En este caso la barca es Colombia. Es una hora en que se debe contar con todos y todos estar dispuestos a sumar en la búsqueda de llegar a ser una casa y patria para todos.

Estamos ante un escenario nuevo, con muchas expectativas por parte de quienes votaron por el presidente electo. Este país viene de una sucesión de frustraciones que quienes habitan las ‘periferias geográficas y existenciales’ han vivido muchas veces. Será clave establecer prioridades, porque no todo lo dicho en campaña podrá sacarse adelante. Y será clave también mantener canales de comunicación permanente con la ciudadanía: siempre de cara a la gente.

En principio el propósito de dar voz a las regiones y motivar acuerdos e iniciativas que vengan desde las regiones suena prometedor; pero se necesita acompañamiento y presencia permanente del Estado central y de instituciones garantes de que esos ejercicios se traduzcan en iniciativas y acciones estratégicas que se puedan cumplir”.

Momento de la apertura constructiva

P.- En cuanto al candidato Rodolfo Hernández, ¿cuál cree debería ser su papel en este nuevo escenario y, por supuesto, de los más de 10 millones de colombianos que votaron por él?

R.- “Diría que no se trata sólo del candidato perdedor en segunda vuelta, sino de los distintos liderazgos políticos, económicos y académicos que hay en el país. Es momento de convocar al pensamiento sereno y a la apertura constructiva.

Esto no elimina, el mismo ganador lo ha dicho, la libertad para hacer oposición por parte de otras fuerzas políticas, pero siempre con grandeza y buscando el bien común de los colombianos. El caudal de electores que no votaron por el presidente electo no se puede desconocer y también debería ser escuchado e integrado en una visión de nación que tenga en cuenta a todos”.

Cumplir con la Constitución

P.- Gustavo Petro en su campaña se ha comprometido en cumplir con un periodo de 4 años, no modificar la Constitución, respetar la propiedad privada, ¿cuál sería el papel de la Iglesia en caso de algún incumplimiento de algunos de estos compromisos?

R.- “Esperamos que ese compromiso sea honrado. El nuevo presidente hizo parte de todo el proceso constituyente que llevó a la nueva Carta política de Colombia de 1991. Hay mucho de ella que todavía no se aplica.

No puedo hablar en nombre de toda la Iglesia, pero desde mi humilde pensamiento de pastor y de ciudadano, la Iglesia siempre debe ser esa voz de madre y de maestra que estimula la cultura del encuentro, que tiende puentes y que siempre está dispuesta a aportar todo lo que busque una convivencia justa, armoniosa y en paz. Pero por otro lado, también debe ser profética y tener la independencia moral para denunciar con claridad y caridad lo que atente contra la libertad, la dignidad y el bien común de los conciudadanos”.

Foto: CEC

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