Arzobispo Gómez: víctimas de abusos sexuales han llevado a una reforma significativa de la Iglesia en los Estados Unidos

En el vigésimo aniversario de la aprobación de la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes en ese país, el presidente de los obispos aseguró que aún no es momento de celebración

José H. Gómez

Hace 20 años, en el mes de junio, los obispos católicos de los Estados Unidos se reunieron en Dallas, Texas, para redactar y aprobar la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes en su compromiso de abordar el problema del abuso sexual del clero.



Con este motivo, el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), declaró que si bien es un aniversario importante, “no es un momento de celebración, sino un momento de continua vigilancia y determinación”.

“En estos veinte años –dijo José Gómez– nos hemos beneficiado mucho al escuchar y trabajar con sobrevivientes de abuso. Estamos agradecidos por su valentía al compartir sus historias y por ayudar a la Iglesia a esforzarse por crear una cultura de protección y sanación”.

Y es que, para el presidente de los obispos norteamericanos, el testimonio de las víctimas ha llevado directamente a una reforma significativa en la Iglesia y a una mayor conciencia del abuso sexual en el resto del mundo.

20 años de compromiso

El arzobispo aseguró que desde la aprobación de dicha Carta, la Iglesia católica en los Estados Unidos ha trabajado arduamente para cumplir con su compromiso de apoyar la curación de las personas heridas por abuso sexual, junto con sus familias.

“También nos hemos esforzado por ser fieles a nuestra promesa de proteger a los niños y jóvenes”.

Aseguró que esto ha permitido que hoy exista un proceso para atender estos casos: hay gente capacitada para detectar los signos de comportamiento abusivo; las denuncias de abuso sexual se informan a las fuerzas del orden locales; las juntas de revisión compuestas por expertos se reúnen para evaluar las denuncias, y existen los coordinadores de asistencia a las víctimas para ayudar a los sobrevivientes a encontrar ayuda.

“A dos décadas, nos mantenemos firmes con el compromiso del papa Francisco de que se debe hacer todo lo posible para librar a la Iglesia del flagelo del abuso sexual de menores y abrir caminos de reconciliación y sanación para quienes fueron abusados”, dijo.

Y concluyó: “Encomendamos nuestras oraciones por los sobrevivientes de abuso, sus familias y por aquellos que ministran en la Iglesia a nuestra Santísima Madre, quien ofrece su amorosa protección a todos sus hijos. Pedimos su intercesión mientras continuamos con nuestro trabajo de proteger a los que están cerca del corazón de su Hijo, Jesús”.

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