Muere el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, estrecho colaborador de Juan Pablo II

El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, de 89 años, ha fallecido en la mañana de este 20 de abril en Roma. Arzobispo emérito de Zacatecas, fue un destacado colaborador en el pontificado de Juan Pablo II, siendo el presidente del Consejo Pontificio para la Salud entre 1985 y 2009.



Según recoge EFE, el purpurado mexicano mantenía una vieja amistad con Bergoglio y, precisamente, el Papa fue a visitarle este Viernes Santo justo antes de acudir a participar en el Vía Crucis en el Coliseo. Tras una caída días atrás, ya parecía irreversible el fatal desenlace.

Auxiliar en la Arquidiócesis de México

El cardenal Lozano Barragán nació el 26 de enero de 1933 en Toluca. Como muchos de los católicos mexicanos, estuvo profundamente ligado a la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Allí recibió la comunión y, ya como eclesiástico, en 1979 fue ordenado obispo, tras ser nombrado auxiliar en la Arquidiócesis de México, desempeñando esta tarea pastoral hasta 1984.

Mucho antes, en 1955, fue ordenado sacerdote, centrándose esos primeros años en las tareas formativas, enseñando Teología Dogmática e Historia de la Filosofía en el seminario diocesano y Pedagogía en la Escuela Normal.

Reconocimiento como teólogo

Por sus actitudes como teólogo, entre 1973 y 1975 fue presidente de la Sociedad Teológica Mexicana. Luego, entre 1977 y 1979, dirigió el Instituto Teológico Pastoral del CELAM, participando en la Conferencia Episcopal de Puebla en 1979. También fue fundador de la Universidad Pontificia de México.

En 1984 fue nombrado obispo de Zacatecas, permaneciendo allí hasta 1997. En esa época compaginó su impulso pastoral en su país con la progresiva adquisición de tareas en la Santa Sede, implicándose de diferentes modos en el entonces Consejo Pontificio para el Diálogo con los No Creyentes, el Consejo Pontificio de la Cultura, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos o la Congregación para los Obispos. En el CELAM, entre 1986 y 1991 fue presidente del Departamento de Educación y, entre 1995 y 1997, responsable del Departamento de Economía.

Pastoral sanitaria

Con todo, seguramente la tarea más importante de su vida la asumió el 20 de agosto de 1996, cuando Juan Pablo II le nombró presidente del Consejo Pontificio para la Salud. Lideró este dicasterio hasta el 18 de abril de 2009. Cuatro años antes, en abril de 2005, participó en el cónclave papal del que Joseph Ratzinger salió convertido en Benedicto XVI. Wojtyla le había creado cardenal en 2003, presidiendo su primera misa como purpurado también en la Basílica de Guadalupe.

Con la muerte del cardenal Lozano Barragán, el Colegio Cardenalicio queda compuesto por 210 purpurados, de los cuales 117 son electores y definirían quién es el sucesor de Francisco en un eventual cónclave.

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