Presidente del Episcopado Mexicano: Semana Santa, una oportunidad para unir a la familia

Rogelio Cabrera López consideró que estos días santos son la ocasión ideal para fortalecer el mandamiento del amor, especialmente con la familia

arzobispo Rogelio Cabrera

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, aseguró que la Semana Santa no debe ser vista solo como días de descanso, sino como una oportunidad para reflexionar en el gran amor de Dios Padre, que nos envió a su Hijo Jesucristo para rescatarnos del poder de la muerte y librarnos de la esclavitud del pecado.



Por ello, pidió a la feligresía no solo participar en las actividades litúrgicas y de devoción que todas las parroquias y capillas organizan, sino aprovechar la semana “para acercarnos a Dios, especialmente en el encuentro con nuestro prójimo”.

“Estos días son una oportunidad para compartir la fe con la familia, llevándola a la práctica en la visita a los enfermos, o bien, organizando algún momento de encuentro fraterno con quienes viven alejados de la convivencia cotidiana”.

También consideró que es un buen momento para hacer a un lado todos los problemas y resentimientos que puedan estar afectando la buena relación familiar o con nuestros vecinos.

“Estos días santos -apuntó– son la ocasión ideal para fortalecer en nosotros el mandamiento del amor. Todos lo conocemos muy bien, ahora hay que ponerlo en práctica”.

Violencia intrafamiliar al alza

Por otro lado, recordó que en días pasados presidió una Eucaristía en la Catedral de Monterrey, con familiares y amigos de personas desaparecidas, para confortarlos y ponerse a su disposición a fin de colaborar en lo que sea posible.

Estas personas –abundó– que son parte del movimiento “Búsqueda nacional en vida por nuestros desaparecidos” y estuvieron durante 15 días en la ciudad, con la esperanza de encontrar noticias de sus seres queridos.

“Han recorrido cientos de kilómetros en busca de información que los lleve a saber qué es lo que ha pasado con la vida de sus familiares. Desafortunadamente el número de personas desaparecidas en todo el país ha ido en aumento, y el estado de Nuevo León no es la excepción”, lamentó el arzobispo.

También se refirió a la violencia familiar que -dijo– sigue al alza, provocando que cada vez más menores de edad y mujeres busquen seguridad en otro lugar, “lo que puede ocasionar todavía más abusos por parte de personas que se aprovechan de su vulnerabilidad”.

En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades para que pongan un mayor empeño en lo referente a la seguridad pública y el acompañamiento psicológico y preventivo en todas las familias, particularmente en aquellas que viven historias de angustia y desesperación.

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