Argentina: Justicia y Paz destaca la agricultura familiar, campesina e indígena

Este modelo es protagonista en la soberanía y la seguridad alimentarias, y garantiza la calidad y el acceso a los alimentos

La Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) emitió un comunicado donde reivindicó este modelo productivo que atiende las necesidades familiares y produce para una comunidad, asegurando la continuidad de producción y vivienda.



Informaron que el 2021 concluyó con más hambre en el mundo, y alejó así posibilidad de alcanzar una humanidad con Hambre Cero, en el 2030. Simultáneamente, la riqueza mundial aumentó, a costa de la prosperidad futura y la igualdad.

Comentaron que la injustificable invasión rusa de Ucrania agravó la situación. En el marco de este conflicto bélico, a la muerte de inocentes y la destrucción de pueblos y ciudades, se suma la barbarie de la guerra con el consecuente aumento del precio en los alimentos, lo que provocará hambre en nuevos millones personas.

Modelo productivo

“La agricultura familiar, campesina e indígena es uno de los medios para erradicar el escándalo de la privación de alimentos en un mundo opulento“, aseguraron los miembros de Justicia y Paz. Atiende, no solo las necesidades de las familias sino también de las comunidades.

Tal como recalca el papa Francisco, la ONU y la FAO, la organización considera que la agricultura familiar, campesina e indígena es también un agente innovador en agricultura sustentable, arraigo, fortalecimiento de la vida rural y creación de trabajo digno.

Este modelo es protagonista en la soberanía y la seguridad alimentarias y garantiza la calidad y el acceso a los alimentos. Además, está comprometido con el cuidado de los bienes naturales, amenazados por el cambio climático, la deforestación, los incendios de bosques y pastizales y la invasión de humedales, las prácticas extractivistas y las políticas públicas insuficientes para eliminarlas.

Responsabilidad de todos

La Comisión Nacional, que depende de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, considera que la agricultura familiar, campesina e indígena es inseparable del conjunto de la agricultura argentina, y debe administrarse desde el Ministerio, para que se implementen políticas que la protejan y promuevan, respetando la diversidad de modelos productivos y orientando la agricultura y la ganadería hacia prácticas integralmente sustentables.

Otra necesidad es que el Estado facilite el acceso de la agricultura familiar, campesina e indígena, a la tierra, al agua, al crédito compatible con la actividad, a la tecnología y a los mercados de cercanía, como lo reclama la Economía de Francisco para alcanzar el Desarrollo Humano Integral que promueve Francisco y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Finalmente, aluden al papa Francisco, quien en Fratelli Tutti, N° 7 sostiene que: “si alguien cree que sólo se trataba de hacer funcionar mejor lo que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y las reglas ya existentes, está negando la realidad”. Por este motivo, convocó a todos los actores públicos, privados y organizaciones comunitarias a trabajar juntos para que la sustentabilidad de la actividad agropecuaria retome la escala humana que tiene la agricultura familiar, campesina e indígena.

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