El papa Francisco ha recibido hoy, en el Palacio Apostólico Vaticano, a los participantes en el encuentro promovido por el Centro Italiano de Mujeres con motivo del 31º Congreso Nacional Electivo, que se celebra con el tema ‘Identidad creacional del hombre y la mujer en un misión’, y que tiene lugar en Roma del 23 al 26 de marzo de 2022.
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Durante su discurso, el Papa ha subrayado la importancia del papel de la mujer en una nueva forma de entender y dirigir el mundo, ya que, tal como ha remarcado Francisco, “es evidente que la buena política no puede provenir de la cultura del poder entendida como dominación y opresión, sino sólo de una cultura del cuidado de la persona y de su dignidad, así como del cuidado de la casa común”. “Desgraciadamente, la vergonzosa guerra que estamos presenciando lo demuestra negativamente”, ha añadido.
Así, Francisco ha recordado que “la verdadera respuesta” a los conflictos “no son las armas ni las sanciones”, sino “un nuevo enfoque, una forma diferente de gobernar el mundo ahora globalizado –sin mostrar los dientes, como ahora–, una forma diferente a la establecida”.
Lógica de la dominación y lógica del servicio
El Papa ha hecho esta reflexión durante esta audiencia porque esta es una asociación de mujeres, y “las mujeres son las protagonistas de este cambio de rumbo, de esta conversión” siempre y cuando “mantengan su identidad como mujeres”. “Al ganar poder en la sociedad”, ha continuado, “las mujeres pueden cambiar el sistema si pueden, por así decirlo, convertir el poder de la lógica de la dominación a la del servicio, a la del cuidado”.
“Y quería hablar de esto con vosotros para recordarme a mí ya todos, empezando por nosotros los cristianos, que este cambio de mentalidad es de todos y depende de cada uno”, ha aseverado Francisco. “La cultura del cuidado, de la hospitalidad, la cultura de la cercanía. Lo vives bebiendo del Evangelio. Lo aprendisteis en la Iglesia, madre y maestra, y formándoos para cultivar la vida espiritual ante todo en vosotros mismos, para cuidaros los unos a los otros, en la amistad, en la atención recíproca, especialmente en los momentos de dificultad, en la oración a los el uno para el otro, no hablar el uno del otro, no, ¡esto no está bien! Pero tú no, estoy seguro”.
