Más desencuentro que encuentro en la reunión que ayer mantuvieron el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Así se desprende de la reflexión en voz alta que el secretario general de los obispos, Luis Argüello, hizo esta mañana en la rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Permanente. Así también se podía deducir del rostro serio mostrado por el también arzobispo de Barcelona frente al rostro afable mostrado habitualmente en estas citas.
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Argüello expuso que “nos resultó molesto” el tratamiento que el departamento de Bolaños hizo en relación al informe de inmatriculaciones elaborado por la Iglesia. El pasado 24 de enero el cardenal Omella se reunía con el presidente del Gobierno, a petición de Pedro Sánchez como agradecimiento por el ejercicio de transparencia en materia económica, desde Moncloa se filtró una versión manipulada de los bienes eclesiales a través de un mensaje de Whatsapp a algunos medios.
Versiones encontradas
Si el Episcopado había detectado unos mil errores en el informe elaborado por los registradores de la propiedades para el Ejecutivo, Moncloa se lo ofreció a los periodistas como si la Iglesia hubiera acordado devolver mil bienes de los que supuestamente se habría apropiado irregularmente.
Esta falta de juego limpio por parte del Gobierno de coalición también se habría percibido en relación a la crisis de los abusos y ha cómo se ha llevado a cabo la tramitación de la proposición no de ley para crear la comisión del Defensor del Pueblo que investigará los casos de abusos sexuales en la Iglesia.
En este sentido, Argüello no quiso levantar un muro en las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno, pero sí señaló como necesario para “avanzar en un camino de colaboración” que “la lealtad tiene que darse por ambas partes”.
