El Papa agradece a Osoro su esfuerzo por “hacer crecer a la Iglesia”

Francisco ha enviado una carta al arzobispo de Madrid con motivo de la celebración de su 25 aniversario como prelado

“Nos congratulamos por su solicitud en el anuncio evangélico, testimoniado con las obras, mediante un ministerio incesante y ferviente por Cristo, con Él y en Él, con el que se ha esforzado en hacer crecer a la Iglesia, constante y confiadamente, presidiendo al pueblo santo en el amor, alimentándolo con la Palabra y fortaleciéndolo con los sacramentos”. Estas han sido las palabras de agradecimiento que ha dirigido el papa Francisco al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, con motivo de la celebración de su 25 aniversario como prelado.



La carta era leída durante la celebración ayer en la catedral de la Almudena por el canciller-secretario del Arzobispado, Alberto Andrés Domínguez. Asimismo, el vicario general, Avelino Revilla, le hacía entrega a Osoro de un pectoral con la imagen de la Almudena. “Se trata de un sencillo pectoral en el que están unidos la imagen de Nuestro Señor Crucificado, signo de nuestra fe y salvación, y la imagen de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de la Almudena, para que siempre pueda portar en su pecho a quiénes usted sabe que siempre le guardan en su corazón”, señaló Revilla.

Por su parte, el arzobispo comenzaba su alocución afirmando que “con todos los límites que tengo, los que me veo yo, pero seguro que vosotros veréis muchos más, he intentado confesar con todas mis fuerzas en el gozo del Espíritu Santo que ‘Cristo ha resucitado verdaderamente y que en su humanidad glorificada ha abierto el horizonte de la Vida eterna para todos los hombres'”.

Vivir en comunión

Del mismo modo, el purpurado recordaba al obispo que lo ordenó sacerdote en su natal Santander, monseñor Juan Antonio del Val, quien, “con su humanidad fraguada en la comunión con Nuestro Señor Jesucristo» y con su «sacrificio y entrega total”, le hizo ver que la Iglesia es “casa y escuela de comunión y misión”.

El 22 de febrero de 1997, nombrado por Juan Pablo II, Carlos Osoro se convertía en obispo de Orense. De ahí pasó a la archidiócesis de Oviedo en 2002; a la de Valencia en 2009; y, finalmente, la de Madrid en 2014.

Osoro también tuvo palabras de agradecimiento para los sacerdotes, religiosos y laicos presentes en la celebración. Así, ha empezado valorando al presbiterio diocesano porque “vivís comprometidamente en el servicio de todos los hombres, con una preferencia por los que son más débiles y enfermos”. “Admiro vuestra generosidad y tenacidad. Necesito ser fortalecido por vuestra fe, paciencia y ecuanimidad”, ha aseverado, antes de pedir a los “hermanos sacerdotes del Ordinariato para los fieles católicos de ritos orientales” que sigan “alentando a los hermanos a vivir la fe y a mostrarla con la vida”.

El prelado señalaba también que los seminaristas son “esperanza para este pueblo y para la Iglesia” y les ha animado a “vivir ya desde ahora en la comunión”. Además, ha apuntado que los misioneros expresan “que la Iglesia es una, santa, católica y apostólica”, y ha señalado, en relación a la vida consagrada, que “con vuestras vidas y vuestras obras colaboráis a que Cristo sea conocido y amado”.

Finalmente, Osoro animaba a los laicos y a las familias a “tener una presencia viva y activa en medio del mundo, sin disimular ni esconder que sois cristianos”. “Mostrad con vuestro testimonio público el aprecio que los discípulos de Cristo tenemos a la vida desde su concepción hasta su término, el amor a la familia cristiana que encuentra el icono donde mirarse en la familia de Nazaret…”, afirmaba.

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