Justicia y Paz llama a los países a reforzar su compromiso con el suministro equitativo de vacunas

“La pandemia de coronavirus no es solo una crisis sanitaria, sino también una crisis para el desarrollo humano integral en su conjunto”

Cuando está a punto de comenzar la Cumbre conjunta de la Unión Africana-Unión Europea, del 17 y 18 de febrero, el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y Justicia y Paz Europa han hecho un llamamiento a la Unión Europea, a la Unión Africana y a sus Estados miembro para que refuercen su compromiso con el suministro equitativo de vacunas a nivel mundial y con las cuestiones de salud global.



“La pandemia de coronavirus no es solo una crisis sanitaria, sino también una crisis para el desarrollo humano integral en su conjunto”, escriben en el comunicado. “De hecho, las consecuencias de la pandemia van más allá de los problemas sanitarios”. Asimismo, el texto reflexiona acerca de la necesidad de que la Iglesia, sobre todo, en África, se posicione a favor de la vacunación.

“Según los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, a finales de enero de 2022 solo el 10,5 % de la población africana había sido vacunada dos veces”, denuncia Justicia y Paz, subrayando, asimismo, que “el hecho de distribuir las vacunas lo más rápido y ampliamente posible no es solo una cuestión de justicia hacia el Sur Global”, sino que “también redunda en el propio interés del Norte Global, ya que el riesgo de aparición de nuevas variantes del virus aumenta con las bajas tasas de vacunación”.

Acceso a las vacunas para todos

Así, ante la realidad de la pandemia, Justicia y paz ha hecho una serie de recomendaciones, que empiezan por asegurar “una distribución equitativa de las vacunas”, además de tratar “las vacunas y los medicamentos para luchar contra las epidemias y las pandemias, así como las tecnologías médicas pertinentes, como los procedimientos de diagnóstico y el oxígeno médico” como un “bien común mundial”. “En consecuencia”, aseveran, “los gobiernos y las empresas farmacéuticas deben cumplir con su responsabilidad de garantizar que todo el mundo tenga acceso a estas vacunas, medicamentos y tecnologías médicas”.

“Todos los países, incluidos los más pobres, deberían tener el mismo acceso a las vacunas contra el coronavirus”, continúan. P”ara lograrlo, es necesario superar las barreras que se han interpuesto hasta ahora (falta de recursos económicos para financiar las vacunas -a veces de alto precio-, restricciones a la exportación, explotación del poder de mercado de los países del Norte Global para comprar grandes contingentes para su propia población sin tener en cuenta si quedan suministros suficientes para los países del Sur Global)”, recuerdan.

Por otro lado, subrayan que “las cláusulas contractuales dificultan o encarecen la transferencia de vacunas a los países del Sur Global”, por lo que “deberían dejar de incluirse en los futuros contratos con fabricantes de vacunas”. En cuanto a los contratos existentes, “se debería aumentar la presión sobre los fabricantes para que no hagan uso de dichas cláusulas”.

Asimismo, Justicia y Paz reivindica que los países !del Norte Global deberían apoyar a los países del Sur Global con la donación de vacunas y con el apoyo a la construcción y financiación de las infraestructuras necesarias para la distribución de vacunas y la respuesta a la pandemia”. En términos de sostenibilidad, “estas inversiones deberían realizarse de forma que puedan seguir utilizándose para combatir otras enfermedades y problemas de salud después de la pandemia, fortaleciendo así los sistemas de salud de forma permanente”.

Noticias relacionadas
Compartir