El Papa pide a los sacerdotes no “atrincherarse en la sacristía”

“Seamos corazones abiertos, compasivos, misericordiosos y manos trabajadoras, generosas, que se ensucian y hieren por amor, como las de Jesús en la cruz”, ha animado Francisco

El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia, en el Palacio Apostólico Vaticano, a la comunidad del Pontificio Seminario Lombardo de Roma. “Por favor, no nos quedemos atrincherados en la sacristía y no cultivemos pequeños grupos cerrados donde podamos mimarnos y estar tranquilos”, ha dicho el Papa. “Hay un mundo que espera el Evangelio y el Señor desea que sus pastores se conformen a él, llevando en el corazón y sobre los hombros las expectativas y las cargas del rebaño”.



Por eso, Francisco ha instado a estos sacerdotes a ser “corazones abiertos, compasivos y misericordiosos”. De hecho, en la misericordia ha sido en lo que el Papa ha hecho hincapié, ya que entre los presentes se encontraban los confesores de la basílica de Santa María Maggiore. “¡Seamos misericordiosos con los demás!”, ha dicho el Papa, “así como queremos misericordia cuando vamos a pedir perdón por nuestros pecados y buscamos al más misericordioso”.

Tejedores de comunión

“No olvidéis que Dios nunca se cansa de perdonar”, ha recordado. “Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, pero Él nunca se cansa de perdonar“. “Seamos corazones abiertos, compasivos, misericordiosos”, ha insistido, “y manos trabajadoras, generosas, que se ensucian y hieren por amor, como las de Jesús en la cruz”.

De esta manera, el Papa les ha animado a ser “tejedores de comunión, erradicadores de desigualdades, pastores atentos a los signos del sufrimiento de los pueblos”. “Sed competentes y valientes en levantar palabras proféticas en nombre de los que no tienen voz”, ha concluido.

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