“Esta celebración significa la búsqueda de un mundo mejor en el que prevalezca el espíritu de tolerancia, fraternidad, solidaridad y colaboración”. Así lo ha reconocido el gran imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayyeb, en su videomensaje en el marco del II Día Internacional de la Fraternidad Humana, que fue proclamado por la ONU en conmemoración de la firma en Abu Dabi del ‘Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común’, escrito a cuatro manos entre el líder musulmán y el papa Francisco.
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Según sus palabras, el Documento de Abu Dabi fue redactado para “deshacerse de los prejuicios y conflictos que a menudo conducen al derramamiento de sangre y a las guerras entre las personas, especialmente entre los seguidores de una misma religión y los creyentes de la misma fe”. “Es un recordatorio de que todos los seres humanos soMOS hermanos”, ha recalcado.
Para Al-Tayyeb, esta jornada “también alude a la esperanza de ofrecer instrumentos eficaces para hacer frente a las crisis y los desafíos de la humanidad”. En su alocución, el imán ha apuntado a los vulnerables como “víctimas del materialismo moderno concomitante con todo su excesivo egoísmo”, al mismo tiempo que ha cargado contra las “inclinaciones individualistas” del hombre.
“Mi querido hermano Francisco”
El gran imán ha agradecido a su “querido hermano Francisco”, su “compañero incesantemente valiente en el camino de la fraternidad y la paz”. También ha agradecido los esfuerzos del jeque Mohamed bin Zayed Al-Nahyan, y al Alto Comité para la Fraternidad Humana.
“Hemos emprendido este camino con la esperanza de un mundo nuevo, libre de guerras y conflictos, en el que los pobres sean confortados y apoyados, se proteja a los vulnerables y se administre la justicia”, ha aseverado. “Aunque estamos seguros que nuestros objetivos están lejos de ser accesibles en un mundo plagado de conflictos sin límites, y dado que tales objetivos son inaceptables para los belicistas, hay que tomar el camino de la paz que está predestinado para todos los creyentes en Dios. No importa lo pesado que sean los obstáculos”, ha concluido.
