El arzobispado de Madrid acompañó a 72 víctimas de abusos en 2021

De los 49 casos de abusos sexuales, 34 se refieren al ámbito intrafamiliar, 5 a personas sin vinculación familiar, 7 al ámbito de la vida consagrada y 3 al diocesano

Catedral de la Almudna

El Proyecto Repara, creado por el arzobispado de Madrid en 2020 para dar respuesta a las víctimas de abusos sexuales y sus familias, atendió durante 2021 a un total de 103 personas: 72 víctimas directas (primer orden) y 31 familiares de estas (segundo orden).



Así lo ha anunciado hoy la archidiócesis y, a su vez, ha indicado que a lo largo del último año Repara acompañó y ofreció servicio terapéutico a un total de cinco agresores o victimarios, efectuando más de 80 intervenciones puntuales o asesoramientos, sobre todo a través del teléfono y del email.

En este año casi se ha duplicado la atención psicológica y la escucha ofrecida a todas estas personas, pasando de las 400 sesiones que tuvieron lugar en 2020 a más de 700 en 2021. A la terapia individual, además, se le unieron también los Grupos de Ayuda Mutua, y creció, además, la demanda de asesoramiento canónico y jurídico. La atención a víctimas de segundo orden se triplicó respecto al año anterior.

Los datos

Tal como ha explicado el arzobispado de Madrid, de los 72 casos de víctimas directas, 49 hacen referencia a abusos sexuales en distintos ámbitos y los otros 23, a abusos de autoridad y de conciencia en el ámbito religioso o diocesano.

De los 49 casos de abusos sexuales, 34 se refieren al ámbito intrafamiliar, 5 a personas sin vinculación familiar, 7 al ámbito de la vida consagrada y 3 al diocesano (2 en Madrid y 1 en otra diócesis). Asimismo, 8 afectan a menores en el momento de la denuncia, todos en el ámbito intrafamiliar.

Dentro del ámbito de la vida consagrada, 4 víctimas eran menores en el momento de los hechos y denunciaron ya siendo adultas, mientras que otras 3 eran adultas también en el momento de los hechos. De los 2 casos de abusos sexuales comunicados a Repara en relación a sacerdotes diocesanos de Madrid, ambas víctimas eran adultas.

El proyecto explica, asimismo, que solo se atienden abusos de autoridad vinculados de una forma u otra a la Iglesia. Las 23 víctimas eran adultas y los casos se produjeron en la vida consagrada (17 casos), en movimientos y otras realidades eclesiales (4 casos) y en el ámbito diocesano de Madrid (2 casos). De las 72 víctimas directas, 11 son hombres, frente a 61 mujeres. De las 31 víctimas de segundo orden, 10 son hombres, frente a 21 mujeres.

Prevención y formación

En paralelo al trabajo que se realiza desde la puesta en marcha del proyecto, a finales de 2021 la Conferencia Episcopal Española hizo llegar a Repara información sobre varios posibles casos de abuso recopilados por el diario El País en un informe enviado a Roma. En estos momentos se está contrastando la información existente, se está investigando cada situación conforme a los protocolos establecidos y, llegado el momento, se incorporarán a las cifras facilitadas.

Además de la atención, el Proyecto Repara ha seguido trabajando durante el último año en la prevención de posibles casos y en la formación. Entre otros, se dieron sesiones de formación y trabajo presenciales por las ocho vicarías –a cerca de 600 sacerdotes y 200 agentes de pastoral–; se ofrecieron dos cursos online a través de la Escuela Diocesana de Evangelizadores –con la participación de 75 alumnos, la mayoría agentes de pastoral –, y hubo sesiones específicas para los equipos directivos de los colegios diocesanos y los alumnos del Seminario Conciliar.

En esta línea, el Proyecto Repara mantiene un contacto creciente con las vicarías, algunas parroquias y órdenes religiosas que requieren información al respecto. Además, en 2020 elaboró un vídeo explicativo y editó el libro ‘Por una cultura del encuentro’, con una tirada de más de 8.000 ejemplares, que se ha enviado a todas las parroquias de la diócesis y a los colegios diocesanos y concertados.

La idea de 2022, aparte de mantener estas iniciativas y la participación de miembros de Repara en distintas jornadas sobre abusos, es organizar un congreso diocesano de profundización en este tema, con la puesta en común de buenas prácticas desde la mirada de las víctimas.

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