Ojea terminó de definir los desafíos pastorales de la Iglesia argentina

Las seis prioridades que señaló el presidente del episcopado son: el desafío misionero, el Sínodo, el magisterio social del Papa, la defensa de la vida, y los abusos en la Iglesia y la ideología de género

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, continuó compartiendo, con una serie de videos, los próximos desafíos pastorales de la Iglesia argentina.



Después de la primera entrega en las que había señalado como urgencias el desafío misionero y el Sínodo, sumó ahora dos nuevos videos en las otras prioridades: el magisterio social, la defensa de la vida, y los abusos en la Iglesia y la ideología de género.

Magisterio social del Papa

En este segundo video, Ojea pidió acompañar el magisterio social del papa Francisco, que convoca continuamente a hacer una opción preferencial por los pobres. En Evangelii Gaudium resaltó: “quiero una Iglesia pobre para los pobres, ellos tienen mucho que enseñarnos, hay que ponerlos en el centro del camino de la Iglesia”.

El presidente de la CEA señaló que la Iglesia está siendo acusada, por algunos sectores, de pobrismo, de mantener una clientela cautiva y segura. Sin embargo, remarcó que esto es desconocer el trabajo que se hace desde la Iglesia por la promoción humana de los pobres y su dignidad. Como ejemplo mencionó la tarea que se realiza en los barrios en la lucha contra la droga para recuperar a los jóvenes.

Asimismo, advirtió sobre el fenómeno que está surgiendo con mucha virulencia: la aporofobia (odio o rechazo al pobre), acusándolos de vagancia, de vivir de planes y de indolentes. De este modo, se estigmatiza a los pobres atribuyéndoles a ellos toda la responsabilidad de su condición”, indicó el obispo de San Isidro.

Dijo que, para vivir la fraternidad como propone el Santo Padre en Fratelli Tutti, es necesario estar junto a los pobres.

La defensa de la vida

Otro desafío mencionado por el obispo Ojea es el de la defensa de la vida. Dijo que en un encuentro con el Papa, este le pidió que transmitiera a los obispos la necesidad de buscar creativamente modos de explicar, principalmente a los jóvenes y desde la ciencia, todo lo relacionado a la existencia de la vida en el momento de la concepción.

“Seguimos pensando, junto a gran parte de nuestro pueblo, que no se trata de segar las fuentes de la vida, sino de agrandar la mesa para que todos puedan tener derecho a participar del banquete de la vida”, subrayó el presidente de la CEA.

Agregó que es preciso estimular a los laicos, especialmente a los profesionales de la ciencia y la cultura, para que puedan dar testimonio de estas verdades que pertenecen al orden natural.

Abusos e ideología

En un tercer video, Oscar Ojea, mencionó los últimos desafíos que, desde su opinión, deben ser abordados por la Iglesia argentina.

En cuanto al tema de los abusos y sus incidencias, indicó que la Iglesia no debe ceder a ningún tipo de encubrimiento y ser firmes en esta determinación. Consideró que la primer tarea es proteger a las víctimas. Si bien hay algunas denuncias falsas, en la inmensa mayoría se trata de denuncias verdaderas. “Esto debe preocuparnos, ocuparnos e invitarnos a profundizar en un saneamiento de la estructura eclesial”, aseveró.

Recordó el documento preparatorio del Sínodo, que señala que la Iglesia entera está llamada a confrontarse con el peso del clericalismo y de las formas de ejercicio de la autoridad, “en las que se insertan los diversos tipos de abusos de poder, económicos, de conciencia y sexuales, que favorecen la impunidad”.

La ideología de género

Con respecto a este tema, Ojea reconoció que, en estos temas y por la velocidad del cambio cultural, necesitan de un laicado preparado. En octubre de 2018, en un documento de la CEA, los obispos señalaron: “se puede distinguir sin separar, el sexo biológico del papel sociocultural del sexo. La ideología de género, en cambio, distingue sexo y género, separándolos, y de este modo impidiendo una relación armónica de todos los aspectos de la persona humana”. Y continuó explicando que prefieren adoptar una perspectiva de género.

Considera que “todas las personas deben ser tratadas según su igual dignidad”, aunque reconoció que nuestra historia tiene una huella de historia patriarcal en la que no se ha reconocido la igual dignidad de varones y mujeres. “Es necesario un profundo cambio”, aseguró.

Luego, el titular del episcopado expresó su preocupación por quienes pretenden imponer la ideología de género a todos los proyectos educativos y desconocen la libertad de los padres y de las instituciones con sus propios idearios. “Esta ideología -dijo- intenta imponerse como un pensamiento único. El ser dialogantes no nos exime de la firmeza para sostener nuestros valores”.

Sobre quienes acusan a la Iglesia de anti derechos, aclaró que no lo son, que defienden el derecho de cada madre y de cada niño por nacer, es decir, el derecho de todos, sin excluir a nadie. Y agregó que rechazan rotundamente todo tipo de violencia, especialmente la que sufren los más vulnerables.

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