Francisco reivindica en Grecia el valor de la democracia frente a los populismos “de promesas fáciles y atrayentes”

Francisco Grecia

El primer encuentro del papa Francisco en Grecia ha tenido lugar en el Palacio Presidencial de Atenas. Allí, el Pontífice ha pronunciado su discurso ante las autoridades y la sociedad civil, en el que ha hecho un profundo alegato en favor de una democracia que, para Francisco, se debilita en favor del auge de los nacionalismos y populismos en Europa y gran parte del mundo.



“No puedo dejar de constatar con preocupación cómo hoy, no solo en el continente europeo, se registra un retroceso de la democracia”, ha advertido el Papa. “Ésta requiere la participación y la implicación de todos y por tanto exige esfuerzo y paciencia; la democracia es compleja, mientras el autoritarismo es expeditivo y las promesas fáciles propuestas por los populismos se muestran atrayentes”, ha explicado. Asimismo, ha señalado que en diversas sociedades, “preocupadas por la seguridad y anestesiadas por el consumismo, el cansancio y el malestar conducen a una suerte de escepticismo democrático”. Sin embargo, el Papa ha enfatizado la importancia de la participación de todos. “Es una exigencia fundamental, no sólo para alcanzar objetivos comunes, sino porque responde a lo que somos: seres sociales, irrepetibles y al mismo tiempo interdependientes”.

“También existe un escepticismo, en relación a la democracia, provocado por la distancia de las instituciones, por el temor a la pérdida de identidad y por la burocracia”, ha continuado Francisco. “El remedio a esto no está en la búsqueda obsesiva de popularidad, en la sed de visibilidad, en la proclamación de promesas imposibles o en la adhesión a abstractas colonizaciones ideológicas, sino que está en la buena política”, ha explicado, porque “la política es algo bueno y así debe ser en la práctica, en cuanto responsabilidad suprema del ciudadano, en cuanto arte del bien común. Para que el bien sea realmente participado, hay que dirigir una atención particular, diría prioritaria, a las franjas más débiles”.

De partidismo a la participación

Por otra parte, el Papa ha advertido acerca del miedo difundido y “amplificado por la comunicación virtual”, donde “se elaboran teorías para oponerse a los demás”. Además, ha subrayado la necesidad de pasar del “partidismo a la participación”. “Son desafíos que piden colaborar de manera concreta y activa, lo necesita la comunidad internacional, para abrir caminos de paz a través de un multilateralismo que no sea sofocado por excesivas pretensiones nacionalistas; lo necesita la política, para poner las exigencias comunes ante los intereses privados”, ha explicado.

Y es que, tal como ha afirmado Francisco, la comunidad europea está “desgarrada por egoísmos nacionalistas” y, “más que ser un tren de solidaridad, algunas veces se muestra bloqueada y sin coordinación”. “Si en un tiempo los contrastes ideológicos impedían la construcción de puentes entre el este y el oeste del continente, hoy la cuestión migratoria también ha abierto brechas entre el sur y el norte”, ha señalado. Por ello, ha exhortado “a una visión de conjunto, comunitaria, ante la cuestión migratoria, y animar a que se dirija la atención a los más necesitados para que, según las posibilidades de cada país, sean acogidos, protegidos, promovidos e integrados en el pleno respeto de sus derechos humanos y de su dignidad”.

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